Fernando R. Feuchter A.
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA CHAPINGO
Centro Regional Universitario del Noroeste
feuchter57@yahoo.com
WWW.WEBINARSAGROPECUARIOS.ORG
Palabras clave: Medicina veterinaria, Zootecnia porcina, Nutrigenómica
Objetivo.
Creando ciencia, arte y certeza para poder alcanzar la sustentabilidad y rentabilidad de la producción porcícola en el mundo, de forma eficiente con un abasto de carne suficiente.
La nutrigenómica porcina viene a alterar los métodos de selección tradicionales que se venían practicando por 50 años con tendencias lineales. Estudia el efecto del ingrediente alimenticio en la expresión del gen. Una micromatriz o chip del genoma porcino es una tecnología que evalúa simultáneamente miles de genes. Conociendo los múltiples genes que intervienen en los diferentes parámetros de producción se escogen los nutrientes de la dieta que permitan identificar la activación o recesión de las reacciones bioquímicas. Ello ha permitido una mayor presión de selección para escoger las tendencias cuadráticas del mejoramiento genético y apartando los ejemplares o descendientes con genes no deseables.
Los nutriólogos realizan aplicaciones rigurosas con teorías cuantitativas y modelos sobre necesidades nutritivas para crecimiento, reproducción, pero han sido remisos en aplicar los fundamentos hacia la inmunidad. Los Aminoácidos contenidos en las células, las proteínas protectoras del sistema inmune (no mucosa) de un animal adulto, la producción de anticuerpos, linfocitos y el incremento metabólico durante el reto de la enfermedad; reducción del consumo de alimento altera la demanda del hígado para sintetizar inmunoglobulinas, glutatión; reproducción de leucocitos, citoquinas y causa un desbalance corporal del perfil de aminoácidos con cisteína muscular, lisina; ácidos grasos, vitaminas A,D,E,C, cambios endócrinos. Prever estos cambios metabólicos altas y bajas en los nutrientes es la estrategia a seguir para optimizar la inmunidad.
RESUMEN.
La nutrición interviene directamente en el desarrollo y eficacia del sistema inmune, como herramienta permite alterar el tipo y magnitud de la respuesta inmune. Se desconocen las fronteras y mecanismos regulatorios de la inmunología y la resistencia a enfermedades. Históricamente este vacío del conocimiento es utilizado por la mercadotecnia para incrementar los nutrientes. Están las necesidades nutricionales NRC y el propio balance individual del animal que influyen en la inmunidad. Cierto las deficiencias nutritivas en forma patológica son de laboratorio y éstas impiden la expresión de las defensas corporales. En granja se presentan deficiencias marginales que del todo no alteran el crecimiento o reproducción, pero afectan sensiblemente al sistema inmune, aun cuando no son nutrientes esenciales.
La nutrición influye en el crecimiento del animal y en la composición benéfica de la microflora intestinal o patológica. Los nutrientes deben cumplir con las necesidades ya establecidas del animal para expresar su mejor potencial de crecimiento, eficiencia alimenticia y productividad. De no ser así el animal se hace susceptible en forma perjudicial a bajar la adaptación del sistema inmune y queda susceptible a patógenos.
K.C. Klasing and V.J. Iseri, Moyers, Sordillo, Zebeli y otros han seleccionado nutrientes para predecir los resultados inmunológicos que ayuden a reducir la presencia de enfermedades y sus consecuencias negativas que van afectando los parámetros productivos. Muchos experimentos sobre la interacción nutriente y leucocitos se han hecho con roedores de laboratorio y aves de postura. Ahora los estudios de inmunidad sistémica se desarrollan en cerdos por su gran similitud con los humanos. Permiten entender la inmunidad y el desarrollo de la mucosa.
Los leucocitos son las células más sensibles a una deficiencia marginal de múltiples nutrientes y el sistema inmune es sensible a una menor cantidad, ya que intervienen otros mecanismos, excepto en el tejido de neonatos (timo). Un animal saludable tiene leucocitos inactivos por lo que no se incrementan sus necesidades de nutrientes. Varios linajes de leucocitos tienen una gran capacidad para competir contra otras células cuando se bajan los aportes nutritivos. La prioridad de los nutrientes se destina a las células que están comprometidas combatiendo una infección. Una respuesta inmune se acompaña de una movilización de nutrientes desde el músculo y otros tejidos, los cuales suplen cantidades adecuadas de algunos, pero no todos los nutrientes a los leucocitos.
Hay conjeturas, ácidos grasos polinsaturados de cadena larga PUFA, carotenoides, fitonutrientes, (ácido linoleico conjugado, chile, cúrcuma, genisteina, aceites esenciales, etc.), vitamina C, otros nutrientes que no son estructurales o son cofactores de enzimas podrían participar en la inmunidad; pero en sí, poca investigación sobre la cantidad, tamaño, peso y el contenido de los nutrientes que utiliza el sistema inmune. Los nutriólogos no le han dedicado espacio de estudio al sistema inmune.
CONTENIDO:
- Introducción.
- Historia.
- Nutrigenómica, proteómica, trascriptiómica aplicada a la porcicultura.
- Antecedentes.
- Pruebas experimentales adicionales.
- Producción de calostro y leche.
- Rentabilidad sostenible de la producción porcícola.
El artículo completo, aqui:
No hay comentarios:
Publicar un comentario