MVZ
José Eugenio Villalobos guzmán
Pegaso
no tiene herraduras por obvias razones, no hay tierra que pueda
gastar los cascos de un ser sobrenatural. Pero aun así Hefestos
(Vulcano para los romanos), dios del fuego y herrero de los dioses,
quiso forjarle cuatro en la fragua divina, temiendo que el caballo
gastase sus corneas a rose del cielo. Pero su mujer, afrodita, le
hizo ver lo ridículo de tal razonamiento, pues bóreas, el dios
gélido del viento del norte, se halló tan cautivado y enamorado del
caballo como todos los seres sobrenaturales y humanos que prometió
no soplar fuerte en los espacios celestes que cabalgaba Pegaso, y el
dios Hefestos decidió desistir de su propósito de las herraduras
celestiales.
Decima
al herrero
Con
fuerza de martillo
en
el yunque va golpeando,
y
de esa forma moldeando
su
carácter que es sencillo
con
el fuelle saca brillo
En
la fragua y el fogón,
usa
tenaza y punzón
trabaja
hierro y acero,
y
le llamamos herrero
por
qué sirve de eslabón.
31
de enero de 2004
Ing.
Darío Rivera Moctezuma
Para
el maestro herrero
Isidro
Sánchez Arreola.
Don
quijote de la mancha recuerda que los caballeros andantes han de
saber herrar el caballo y catar sus heridas.
Pancho
villa ordenaba poner las herraduras al revés a los caballos para que
al caminar quedaran las huellas al contrario y quien lo siguiera iría
en sentido contrario.
Las
herraduras dan buena suerte
La
idea data del siglo XVI, en que se usaban de talismán contra las
brujas y la maldad.
En
su libro miscellanies (miscelánea), de 1696, el anticuario inglés
John Aubrey escribe que esta superstición procede de que marte, el
dios romano de la guerra, al cual se asociaba con el hierro, era
enemigo de Saturno, el señor de las brujas.
Una
interpretación menos pagana es que la herradura forma la c de cristo
católico, las cuatro herraduras forman el 33, la edad de cristo a su
muerte y también con las cuatro herraduras se abrevia maría, nombre
de la virgen madre de cristo. (Fuente: selecciones, abril de 2001
pág. 33)
Leyenda
inglesa: San Dunstan herrero de profesión llego a ser arzobispo de
Canterbury en el año 959 se le apareció el diablo y le dijo que le
pusiera herraduras, y al ver que traía cascos, comprobó que, si era
satanás, le dijo que para cumplir el objetivo debían encadenarlo,
una vez hecho esto lo torturó al momento de clavar las herraduras;
el diablo le pidió clemencia y prometió no entrar en las casas
donde hubiera una herradura en la puerta.
Tiene
forma de cuarto creciente que es fertilidad y fortuna.
Cuando
los españoles estaban en plena conquista su arma principal era el
caballo, pues los aborígenes pesaban que el binomio caballo-jinete
era un solo ser monstruoso, en este sentido uno de los soldados de
Hernán Cortés de nombre juan sedeño montaba una yegua, por cierto,
pario en el navío durante el trayecto de cuba a Veracruz, sedeño
resulto lesionado con tres heridas por lo que le cedió la yegua a
otro soldado de apellido Morón, que a pesar de ser buen jinete,
murió junto con la yegua en Tlaxcala, los nativos se llevaron la
yegua muerta, la hicieron pedazos para mostrarla en muchos pueblos y
ofrecieron a sus ídolos un sombrero de Flandes y solo las herraduras
de la yegua (pág. 123 Bernal Díaz del Castillo).
En
Tezcuco hubo muchos españoles muertos, corría mucha sangre, con la
que rociaron a sus ídolos, también se encontró piel curtida de la
cara de soldados muertos con todo y barbas y cuatro cueros de
caballos curtidos con su pelo y sus herraduras los cueros colgaban de
sus ídolos. (pág. 346 Bernal Díaz del castillo).
Bernal
Díaz Del Castillo manifiesta que había problemas por las
herraduras, que había pocas para ciento treinta caballos que poseían
en ese momento. (pág. 465 Bernal Díaz del Castillo, en la verdadera
historia de la conquista de la Nueva España).
Hasta
la gente usaba herraduras con modos extranjeros por lo que recibían
críticas muy severas como la siguiente…dejando de ser el juguete
de los extravagantes modos extranjeros, ya afeminados o ya pueriles,
hasta degradarse en términos de asemejarse a los irracionales en el
uso de herraduras (pág. 88 controversia que suscitó el comercio de
nueva España con los países extranjeros 1811-1821).
A
su vez en lo que se refiere al cuerpo, afirmamos que es necesario
examinar, ante todo, los pies, efectivamente. Como no tendría
ninguna utilidad una casa si la parte superior fuese muy hermosa,
pero no estuviesen los cimientos como es necesario, igualmente no
sería ninguna utilidad un caballo dedicado a la guerra si fuese de
pies defectuosos, aunque bueno en todo lo demás, pues lógicamente
no podría sacar ningún buen provecho de ninguna de sus buenas
cualidades(…) afirma simón que también por el ruido se muestran
los buenos pies, y habla con razón, ya que el casco cóncavo, al
golpear el suelo, resuena como un címbalo (Jenofonte, de la
equitación, 1,2-3 traducción por o. guntiñas tuñon) pág. 145.
La
primera mención que se conoce en textos sobre la herradura con
clavos se debe a un tratado militar, el strategikon, del emperador de
Bizancio león VI ya en el siglo IX d.c. (pág. 145)
En
España los descubrimientos de hiposandalias son escasos, siendo el
mejor ejemplo, por su estado de conservación, la hallada en Cluinia
(Burgos) por p. de palol, utilizando materiales perecederos como el
esparto o junco, lo que explica su escases en los yacimientos. (147).
Sola
era la sandalia de esparto o junco, los griegos las denominaban
ipodemata y a partir del siglo IV a.c. sería un cazado de cuero
denominado kardatinai, homero y Píndaro mencionan los cascos
broncíneos, seguramente se refieren a herraduras de bronce. (pág.
145, del libro el caballo en la antigua iberia mar Zamora merchán.
Buscar caballo de protomo internet google libros).
Génesis
cap. 4 ver 22 tubal Caín herrador.
Palma
del caballo, ranilla o golondrina.
Por
eso quiero mandar
Que
les hierren las patas
Y
les echen un acial.
Chapar,
poner herraduras de chapa o placa.
A
herradura que mucho suena algún clavo le falta.
A
tu caballo cuídale el callo.
Agárrense
de un clavo ardiendo.
Al
caballo cazcorvo, que las herraduras no sean estorbo.
Al
caballo hay que herrar, solo cuando descalzo no pueda andar.
Al
caballo ligero de pie, ponle tirapié.
Al
herrar con barbas y a las letras con babas.
Al
herrar con buena escofina, tu trabajo será cosa fina.
Al
herrar la mano, como si fuera a tu hermano; y al herrar la pata, como
si fura a cleopatra.
Al
herrero con barbas y a las letras con babas.
Al
hierro caliente, batir de repente.
Al
pasito, entre las piedras, porque el macho no está herrado.
Asentarse
la herradura.
Bendita
la mano del herrador, que trabaja con amor.
Bien
maniobrar, al herrar.
Caballo
bien herrado, aunque acabe cansado.
Caballo
con herradura de cobre, pobre; de acero la herradura, dura.
Caballo
de patas con alas de mercurio. Buen augurio.
Caballo
emballestado, con cuidado al ser herrado.
Caballo
espiado, con herradura se cura. (espiado, significa despiado, es
decir sin pies o pies desgastados de tanto caminar).
Caballo
patas de oro, son un tesoro.
Caballo
que de mercurio tiene alas, cómpralo sin calas.
Casco
blanco, casco blando; casco obscuro, casco duro.
Cascos
negros, redondos y duros, andan todos los caminos.
Clavo
a clavo. (Al paso del caballo).
Con
buen pujavante, el herrador termina avante.
Con
el herrar en caliente, bien concentrada tu mente.
Con
las manos guardadas, no hay patas herradas.
Cuando
el herrero no da en el clavo, es un errero
Cuando
herres en frio, debes tener brío.
Cuando
le arregles la palma, hazlo con calma y con el alma.
Descallador,
mariscal y herrador, tres cosas suenan y una son.
El
clavo al casco, ni bajo ni alto, en medio y con tacto.
El
clavo que sobresale siempre recibe un martillazo.
El
herrador y el zapatero no deben pagar impuestos.
El
herrero de arganda, él se lo fuella y él se lo macha, y él se lo
lleva a vender a la plaza.
El
herrero, si da sus ascuas, con que va a trabajar.
El
que bien clava, se le alaba.
El
que solo herra con tlacualejo, que pendejo.
En
casa de herrero, azadón de palo.
Herrador
que clava casco, da asco.
Herrador
que pone bien los clavos, merece alabos.
Herrador
sin herramienta, que del oficio se arrepienta.
Herrador,
despalmador, mariscal y encasquillador: trátalos de lo mejor.
Herradura
con ramplón, en el lodo hace atorón.
Herradura
de ramplón, de larga duración.
Herradura
de la muerte. (Ojeras).
Herradura
ortopédica, solo con prescripción médica.
Herradura
que chocolatea, clavo le falta.
Herrar
o quitar el banco.
La
herradura en el fuego, no hay juego.
Le
quita la herradura a un caballo a galope. (Refiriéndose a un
ladrón).
Los
hijos del herrero no tienen miedo a las chispas.
Los
instrumentos de la orquesta del charro son: Las espuelas, las
herraduras y las cadenillas.
Machacar
en hierro frio, trabajo y tiempo perdido
Mano
manca, no brinca tranca.
Más
vale herradura que cura.
Más
vale onza de casco que libra de hierro.
Mostrar
las herraduras (cocear).
No
dejo ni clavo, ni herradura.
Para
tierras duras con buenas herraduras.
Por
herrar y dar cebada, nunca se perdió la jornada.
Por
un clavo, se pierde una herradura; por una herradura, se pierde un
caballo; por un caballo, se pierde un reino.
Quien
deja al herrero y va al herrerón, gasta su hierro y quemase el
carbón.
Remachar,
despuntar y doblar el clavo.
San
Elio, santo patrono de los herreros en Francia.
Se
herraron las bestias y la rana quiso también.
Sin
clavo, no hay herradura; sin herradura, no hay casco; sin casco, no
hay caballo.
Talón
con tacón, agarrón.
Trajeron
los caballos para herrarlos, y el escarabajo preparo sus patas.
Un
clavo saca a otro clavo.
Una
al clavo y diez a la herradura.
Palabras
clave: Caballos, Historia, Herraduras
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