Santiago Aja Guardiola
Rodrigo Merino Barba
Ana María Román Díaz
Fundación San Jacinto
Biblioteca MV José de la Luz Gómez
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
Universidad Nacional Autónoma de México
México, D. F., C. P. 04510
Email: anacarlo@unam.mx
En las primeras décadas del siglo pasado los gobiernos revolucionarios vieron en la educación superior un medio para transformar la estructura social del país, además de modernizar el campo; así mismo la autonomía universitaria se debe entender como parte de la toma de conciencias, capacidad de organización y fuerza para la toma de decisiones sociales.
Para el año de 1928, la entonces Escuela de Medicina Veterinaria, dependía de la Secretaría de Agricultura y Fomento, el presupuesto de la institución era limitado y no se tomaba en cuenta la opinión de sus integrantes en la toma de decisiones; aunado a lo anterior y a inicio de la presidencia Plutarco Elías Calles en 1924, se decidió substituir al querido director José Enrique Zapata (11/VIII/1922-31/XII/1924), para ser reemplazado por el controvertido Luis Santamaría y Parra (1/I/1925-11/V/1928), este nuevo funcionario incrementó las normas disciplinarias, siendo rechazadas por la comunidad estudiantil, comentándose que la escuela parecía una correccional; para el ciclo escolar de 1928 hubo una disminución del 50 % de la matrícula escolar y solo un alumno se inscribió, que posteriormente se dio de baja. Un hecho sobresaliente fue el que dio instrucciones para que los sinodales de los exámenes profesionales reprobaran al mayor número de sustentantes, ya que según él había muchos veterinarios en el país.
En 1929, el ambiente político del país fue de gran efervescencia, debido a la muerte violenta de hacía unos meses del presidente electo Álvaro Obregón, organizándose la nueva campaña electoral en la que se elegiría en noviembre al nuevo presidente; aunado la guerra cristera que venía ocurriendo en una parte del país, firmándose la amnistía en junio del mismo año.
Los estudiantes de la Universidad Nacional de México contaban con una sólida organización estudiantil, estableciéndose la Conferencia Estudiantil Mexicana, recibiendo el apoyo de las sociedades de alumnos en las escuelas técnicas y libres; todas ellas solicitaban mejoras en sus bibliotecas y que se incrementaran las conferencias, cursos académicos, eventos culturales y deportivos.
Aunado a lo antes expuesto, el Rector de la Universidad, Antonio Castro Leal, anunció la aplicación de las reformas ya autorizadas del cambio del Plan de Estudios de la Escuela Nacional Preparatoria y el sistema de exámenes de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales; los estudiantes no dudaron en salir a las calles manifestando su inconformidad hasta llegar al punto en declararse en huelga, dando como consecuencia que el 5 de mayo en la Facultad de Derecho colocaron la bandera rojinegra, empezando una Revolución Estudiantil, como fue denominada por algunos jóvenes, invitando a otras escuelas a unirse al movimiento de los estudiantes.
Para el 9 de mayo, la Escuela Nacional Preparatoria se integra formalmente a la huelga, conformándose el Comité de Huelga, algunos de sus miembros participaban activamente en la campaña presidencial del Lic. José Vasconcelos, siendo imputado que dicho movimiento estudiantil tenía tintes políticos.
El 23 de mayo, en un mitin que se realizó en la Escuela de Medicina, se les invitó a dichos estudiantes a que se unieran a huelga, desencadenando un conflicto violento entre los jóvenes y las fuerzas del orden público; intervino el Jefe del Departamento del Distrito Federal, ordenando la retiradas de la policía y bomberos, además se ofreció a que él personalmente mediaría a favor de los estudiantes, al final del día los alumnos de la Escuela de Medicina y otras escuelas se unieron a la huelga.
En el mismo evento y en un escritorio de la Plaza de Santo Domingo, los alumnos de veterinaria Guillermo Díaz Pérez y Artemio Miramontes Antillón, presidente y secretario de la sociedad de alumnos de la Escuela Nacional de Medicina Veterinaria (ENMV), redactaron un escrito dirigido al presidente de la república, en donde exponían todas las carencias por la que atravesaba esta institución, solicitando se corrigieran todas las deficiencias, haciéndole llegar una copia a la Federación de Estudiantes y otra a los periódicos de la Ciudad de México.
Entre otras cosas, Miramontes menciona que la Escuela Veterinaria era apenas un apéndice de la entonces Secretaría de Agricultura y Fomento y algo así como un tumor de Chapingo, que así se le empezó a llamar a la recién creada (1926) Escuela Nacional de Agricultura.
Posteriormente, el integrante del Comité de Huelga universitaria, Alejandro Gómez Arias, presentó una carta de peticiones en la que se menciona en el último punto la “autodeterminación universitaria”, se consideró esta solicitud adecuada ya que de esa manera los problemas universitarios tenían que ser solucionados de una manera interna y sin intervención de la presidencia de la república.
“El gobierno ha declarado que nuestro movimiento tiene un carácter político; rechazamos esta imputación y pedimos que se nos permita organizar la vida universitaria con sujeción a sus propias normas. La autodeterminación universitaria no es un ideal anárquico…
Los alumnos de la Sociedad de Alumnos de la ENMV vieron en esta efervescencia estudiantil donde se estaba gestando la autonomía universitaria, la oportunidad de ser atendidas sus peticiones largamente solicitadas, los dirigentes estudiantiles de la escuela, teniendo temor de que no se les permitiera realizar una asamblea, decidieron pronunciarse vía telefónica con el Comité de Huelga de la universidad, expresando lo siguiente:
“La Escuela Nacional de Medicina Veterinaria, se adhiere al movimiento de huelga, en apoyo a los compañeros universitarios y por nuestras propias razones que ya se expondrán en debida forma, responsables del telefonema: Guillermo Días Pérez y Artemio Miramontes Antillón”.
Para el 24 de mayo, Emilio Portes Gil, tratando de no interferir en las campañas electorales, ordenó a la policía que se retirara de las inmediaciones del barrio universitario y que se les facilitara los edificios universitarios a los estudiantes, además de la liberación inmediata de los alumnos detenidos, invitando a los integrantes del Comité de Huelga a iniciar el diálogo.
Dentro del gabinete de Emilio Portes Gil, en los momentos más decisivos para la toma de decisión en la autonomía universitaria, participaron activamente el Secretario de Agricultura y Fomento, el Ing. Marte R. Gómez (1928-1930) y el Oficial Mayor de la Secretaría de Gobernación, el Lic. Ezequiel Padilla; respondiendo el presidente a una de las cartas de los estudiantes, de la siguiente manera:
“Aunque no explícitamente formulada, el deseo de ustedes es el de ver su Universidad libre de la amenaza constante que para ella significa la ejecución, posiblemente arbitraria en unas ocasiones, de acuerdos, sistemas y procedimientos que no han sufrido, previamente, la prueba de un análisis técnico y cuidadoso han hecho sin otra mira que el mejor servicio posible para los intereses culturales de la República, y para evitar ese mal, sólo hay un camino eficaz: el establecer y mantener la autonomía universitaria.
Profundamente convencido de todo lo que antes digo, hoy mismo he formulado un proyecto de decreto convocando al Congreso de la Unión a sesiones extraordinarias para el estudio de la ley mediante la cual quedará resuelto el establecimiento de la Universidad Autónoma”.
En las diferentes reuniones entre alumnos y profesores huelguistas, se definieron lineamientos y artículos de la nueva ley orgánicas, exponiendo una variedad de aspectos a considerar, insistiendo en la necesidad de construir una “Ciudad Universitaria” y, por otro lado, también se analizaba la definición de que institutos, escuelas y facultades deberían ser consideradas como parte de la universidad.
En el caso de la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo, se opuso a la posibilidad de integrarse a la universidad, dejando claro las diferencias en los objetivos y proyección de sus conocimientos, estando en el centro de dicha discusión el mismo secretario de Agricultura y Fomento, Marte R. Gómez, quien no dudó en señalar a los universitarios como “señoritingos bien”, “enalteciendo el índole revolucionaria y convicción definida” de la escuela de agricultura, no obstante, en la ley orgánica se incorpora de facto y no de hecho a la Facultad de Agricultura.
En las discusiones para ver cómo estaría conformado el nuevo Consejo Universitario, fue de suma importancia para la comunidad de la ENMV, ya que tajantemente se expresaron para que estuvieran ellos representados en forma independiente a los de la Facultad de Agricultura, además del representante de la Secretaría de Agricultura y Fomento que tendría voz pero no voto; dicha petición fue producto de un acuerdo emanado de la asamblea de estudiantes y profesores de Veterinaria, quienes veían con buen ánimo a formar parte de la Universidad Nacional, pero bajo ninguna circunstancia querían esta ligados a los Agricultores, dicho documento señalaba que desde su separación hacia ya 13 años, habían conseguido muy buenos resultados en términos de investigación, proyección pedagógica y habilidades mostradas de sus egresados, así como el incremento de alumnos inscritos y constancia en la asistencia; situación que no era tan eficiente cuando ambas escuelas estuvieron juntas, además destacaban que por parte de los Veterinarios no existía inconveniente alguno para integrarse a la Universidad, pues contaban con los equipos necesarios:
“Para entrar al seno de la Universidad Nacional, como facultad independiente, y teniendo actualmente su propio presupuesto, separado de cualquier otra escuela, a nuestro juicio no hay inconveniente algún para que la mencionada Escuela Nacional de Medicina Veterinaria se incorpore desde luego a la universidad”
El candidato a la presidencia, el Lic. José Vasconcelos, afín a los maestros y estudiantes del país, además de ser sensible a la problemática de de las Escuelas Nacionales, se entrevistó con los médicos veterinarios José Enrique Zapata, Manuel H. Sarvide Argüelles y Salvador Villagómez Vázquez, simpatizantes del movimiento estudiantil, estos convencieron a Vasconcelos de que la veterinaria no era una simple técnica de las ciencias médicas hacia los animales, debiéndose de posicionar como un factor de crecimiento en la economía y la salud pública; Vasconcelos, hombre influyente en la universidad, medió favorablemente entre los altos directivos para que la ENMV se incorporara en la propuesta de Ley para la autonomía universitaria.
El 25 de mayo, el Comité de Huelga, vio con buenos ojos la disposición presidencial, aceptando la tregua, pero continuando con esta y para el 27 de mayo, por parte de los estudiantes se presentó un pliego petitorio, solicitando la renuncia de autoridades universitarias de escuelas y facultades.
Para el 29 de mayo, el presidente se entrevistó con los representantes huelguistas y se comentaron todos los puntos solicitados, cuando se refirió a las escuelas técnicas, mencionó necesario considerar la incorporación a la Universidad de las Escuelas de Agricultura y la de Veterinaria.
El 31 de mayo, los estudiantes discutieron el ofrecimiento del presidente, teniendo el resquemor de que dichas promesas no se cumplirían.
Del 3 al 5 de junio, se abrió un periodo extraordinario de sesión de la Cámara de Diputados para discutir la Ley de Autonomía Universitaria, se aprobó la iniciativa por unanimidad, siento ratificada al día siguiente por el Senado.
El 10 de julio de 1929, se promulgó Ley de Autonomía, los estudiantes levantaron la huelga y reanudaron sus labores e Ignacio García Téllez, fue nombrado rector interino hasta que el Consejo Universitario nombrara a un rector definitivo; en este mismo decreto, la ENMV, dejaría de depender de la Secretaría de Agricultura y Fomento para convertirse en una escuela universitaria y darle un carácter verdaderamente académico a su enseñanza.
El 16 de agosto de 1929, el Consejo Universitario ratifica el nombramiento por aclamación de nuevo del MV José Enrique Zapata, como director manteniéndose en el puesto hasta el 30 noviembre 1932.
Un acontecimiento relevante para la profesión médica veterinaria fue el que se resaltara su carácter universitario y no tecnológico, completamente científico ya que utiliza conocimientos médicos para entender y aliviar las enfermedades de los animales, promover la salud integral de animales y hombres favoreciendo una mejor convivencia, dentro de una visión universal.
También se han incluido algunos temas humanistas, gracias a la incorporación de temas económico-administrativos, bioéticos e históricos; aunque aún hace falta una visión más amplia para que cada estudiante conozca el origen y devenir de su profesión y comprenda por qué de la situación actual para saber aprovechar y mejorar su entorno.
1 comentario:
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