Ana María Román Díaz
Biblioteca MV José de la Luz Gómez
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
Universidad Nacional Autónoma de México
México, D. F., C. P. 04510
Email: anacarlo@unam.mx
Esta vez aprovecharemos la época que estamos viviendo, noviembre en México, Día de Muertos, Fieles Difuntos o Todos los Santos para conocer o recordar que en 1790 Beethoven escribe una canción en fa menor llamada: “Elegie auf den Tod eines Pudels” (Elegía por la muerte de un perro de aguas).
En las siguientes páginas, la pueden escuchar y conocer la letra en alemán y su respectiva traducción.
En la segunda mitad de la canción, se relata que la muerte de su perro "no le va a entristecer demasiado", porque se da cuenta de que "no hay alegría terrenal que permanezca para siempre." Además, el perro vive en el corazón del maestro y le trae buenos recuerdos.
A manera de homenaje a nuestros grandes compañeros de vida y maestros, en mi caso Gogo, Dino, Raquet y Cosmo, disfrutaremos la canción.
Todo termina, se marchita,
la alegría en el camino de la vida,
a menudo, antes de marchitarse en el sofocante mediodía
ya empieza la muerte a segar la hierba.
¡Tú también, mi alegría! Las lágrimas fluyen por ti,
como los amigos suelen dedicar a los amigos,
mis ojos no pueden contener
el dolor por ti, criatura enviada para mi regocijo,
quien todo lo da, te dio esta lealtad inquebrantable,
te dio este ánimo siempre alegre;
no hay otro animal, que nosotros queramos,
creado como tú, ésta ha sido mi recompensa.
Mi corazón no debe luchar contra el destino
por una alegría perdida;
seguirás viviendo en él, y engañarás a mis pensamientos
con recuerdos más felices.
Seguirás viviendo en él, y engañarás a mis pensamientos
con recuerdos más felices.
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