Karen Valle Villagómez
Bertha Lucila Velázquez Camacho
Karen:
[le miro con una sonrisa y con una mirada le agradezco compartir
conmigo su sentir] Retomando su trabajo en Plaza de toros, ¿Qué
hace un médico veterinario en el lugar?
Dr.
García:
Básicamente, tiene que llegar y hacer una investigación general de
los toros, obviamente no se puede acercar a ellos, entonces la
inspección general es a distancia desde arriba los puede observar,
pedir que los muevan para ver si no están lastimados.
Eso
es lo primero, que tengan buenas condiciones de salud general,
segundo que antes de que salgan al ruedo, tengo que asistir al
enchiqueramiento de los mismos, ese enchiqueramiento se hace a las
doce del día todos los domingos porque hay corridas. En este caso
como las corridas se hacen a las 4:30 se hace a las 12:30.
Entonces
que estén en perfectas condiciones y estén íntegros de sus astas,
que no estén lastimados de nada. Cuando el toro termina su riña, lo
llevan al rastro entonces ahí voy y determino la edad dentaria
porque reglamentariamente, los toros en corridas formales deben tener
4 años mínimo de edad y los novillos debe tener 3 años, entonces
el desarrollo dentario me muestra la edad que tienen. Determino la
edad y levanto un acta con las edades de cada toro y reconozco que
están íntegros de sus astas, que no han sido modificadas, ya ve que
dicen que los rasuran para quitarles el peligro, bueno pues yo
verifico que no les quiten el peligro, porque la esencia de la fiesta
es eso. Y la otra actividad que realiza el médico veterinario es en
los caballos que se usan para la pica, si algún caballo está
lastimado o herido entonces lo atiendo yo, si pican a un toro lo
opero.
Karen:
¿La cooperación de un médico veterinario es esencial para las
prácticas que se realizan en la plaza?
Dr.
García:
No, no es de todo esencial, pero lo es en el sentido de garantizar al
público que paga un boleto que los toros están bien, a mí me paga
el gobierno por hacer esto, es decir, yo hago mi inspección por
parte de la delegación Benito Juárez, que es la delegación que
está a cargo por la localización del lugar. Solo es para
garantizarle al público que va a ver el espectáculo, es parte del
trabajo profesional, que no haya animales enfermos, que los caballos
que se encuentran ahí estén saludables también, si alguno sale
cornado lo tengo que curar, si algún toro es inmutado lo tengo que
curar también, es un trabajo.
Como
yo le digo a los muchachos, yo sé que es un trabajo que a mucha
gente no le gustan los toros, que les parece un espectáculo cruel,
yo jamás he ido a la plaza a ver qué lastimen un animal, yo voy a
cumplir una función de médico veterinario, punto. Lo demás, si es
una ceremonia, que les gusta a unos, que les gusta ver sangre, que si
el toro, que si lo lastiman; esa es otra cosa, esa es la actividad de
los toreros y la mía es cuidar de la salud de los animales.
Karen:
Sabemos que su especialidad es fisiología, ¿Cómo determina que
esta especialidad es a la que se quiere dedicar?
Dr.
García:
Se acuerda que le decía que el Dr. Flores Romero fue mi maestro de
fisiología y fui su ayudante de laboratorio, yo creo que él influyó
demasiado en mí. Él era un maestro extraordinario, buenisisísimo
en el área de fisiología y a mí me encantaba la materia, me ha
fascinado toda la vida. Cuando él me dice: – ¿quieres dar una
clase de fisiología? –, le dije que si inmediatamente, entonces se
imagina la primera vez que entre a un salón, aunque ya tenía
experiencia como ayudante de profesor, porque al estar en el
laboratorio uno adquiere experiencia con los grupos de alumnos, es
más fácil cuando se empieza así, ya me imagino a alguien que por
primera vez va a dar clase.
El
día que yo di la clase por primera vez, a los diez minutos se me
acabo la cuerda ¡Dios mío! yo estudie una barbaridad para dar esta
primera clase y ya no tengo más que decir (pensé). Bueno eso es lo
que yo creí, pero empezó a salir, a salir, a salir, a salir, y
paulatinamente uno aprende mucho de los estudiantes, es una
alimentación recíproca. Los estudiantes le enseñan a uno y uno les
enseña a los estudiantes, o sea es un intercambio brutal. Entonces
mi experiencia como profesor ha sido fantástica y me dedique a
fisiología precisamente por la formación, estar tan cerca de
maestros como el Dr. Flores de tal categoría…
Karen:
¿Qué es lo más satisfactorio que le deja la experiencia de ser
docente en fisiología?
Dr.
García:
Mire para mí, el hombre que sepa fisiología es auténticamente
médico ¿por qué? Porque si usted sabe cómo se produce una función
normalmente, sabe cuándo una función no se está realizando como
debe, le voy a poner un ejemplo: el corazón.
El
corazón tiene un ritmo, una frecuencia que está acorde a las
necesidades del sujeto. No trabaja igual cuando usted está dormida,
que cuando esta despierta o cuando corre o cuando tienen una
impresión o un susto, usted ve y siente, seguramente con el temblor
su corazoncito se salió del pecho, estaba usted asustada. Bueno,
entonces ¿por qué?, porque su corazón necesitaba más sangre en
todos los tejidos. Si hay una deficiencia cardiaca, usted la va a
detectar porque usted sabe cómo trabaja normalmente. Usted va a oír
los ruidos cardiacos, se los voy más o menos a ilustrar: PAC, TAC,
PAC, TAC, PAC, TAC. Pero qué tal si oye, PAC, PISH, TAC, PAC, PISH,
TAC, PAC, PISH, TAC, un soplo cardiaco, usted lo va a detectar así
porque es fisiólogo, porque sabe cómo trabaja el corazón,
normalmente no tiene ese tipo de ruidos adicionales. Si se está
reteniendo agua en el organismo hay una disfunción renal, entonces
usted sabe cómo trabaja el riñón, o una deficiencia de una hormona
que se llama antidiurética, entonces el hecho de conocer la
fisiología forma a un médico a plenitud.
Karen:
¿Cuál es la enseñanza que destaca en su labor docente?
Dr.
García:
El hecho de encontrarse gente en cualquier lugar, vaya me los he
encontrado en la ópera, en el teatro, en el cine, en el supermercado
o en la calle, en la plaza de toros, en fin. Y una de las más
grandes satisfacciones que he recibido es: Usted fue mi maestro,
Doctor García de la Peña, usted fue mi maestro. Hace cuántos años,
o hace cuantos kilos, o tenía usted pelo [la risa nos invade de
nuevo]. No se acuerda uno de tantos porque mire, de cuando empecé a
dar clase a la fecha, recuerde que fue desde el 58, haga de cuenta
que es el mismo grupo de muchachos lo único que va cambiando son las
caritas pero es lo mismo. Ahora me los encuentro y ya son gente
grande, imagínese yo le di clase a gente en 1958, tenían 20 años
¿Cuántos tienen ahorita? Son 60 años después, son gente de 80
años, yo tengo 84. Entonces son gentes mayores, ya retiradas, que ya
no trabajan, viejitos, viejitos pero auténticos viejitos, ¿cómo
estaré yo? Somos compañeros del mismo dolor, [ríe discretamente]
entonces los recuerdos son gratísimos.
La
universidad me deja recuerdos inmemorables, eso de “Usted fue uno
de mis mejores maestros”, siempre causa algo muy bonito aquí
dentro (se toca el pecho) y una satisfacción inmensa, es muy
confortable porque uno piensa; todo el trabajo que he hecho ha
servido de algo ¿Por qué? Porque uno nada más contribuye con un
granitito en la formación de un médico veterinario, es una sola
materia, y los tiene un año o un semestre, ¿por qué? Porque hay
alumnos que van conmigo dos semestres porque llevan fisiología y
luego fisiología de procesos productivos; entonces los tengo un año,
que no es un año porque son 8 meses, son cuatrimestres los que
tenemos aquí.
En
el pasado teníamos años de 10 meses eran anuales, entonces era más,
teníamos dos meses y usted no se imagina lo útil que sería para
nosotros tener dos meses más, ocho semanas más para poderles
enseñar a los chicos pero mire es muy satisfactorio, aunque, usted
lo sabe, la universidad nos da una ligera pruebita, nos prepara y nos
dice: – mira aquí están estos libros donde tú puedes
consultar todo lo que se te ocurra alrededor de tu profesión o de tu
carrera–, entonces debes convertirte en un autodidacta para
que tú, por tu cuenta estudies todo lo que quieras, porque ahí está
toda la información. ¿Quieres algo? Ahora tienes internet en el
pasado no teníamos, pero tenías una biblioteca porque toda la
ciencia acumulada hasta el momento ahí está, y está a tu
disposición todo es cuestión de que quieras ir a ver.
Karen:
¿Ha impartido cátedra en otras universidades?
Dr.
García:
Solo en la UNAM
Karen:
¿Qué representa para usted, solo tener experiencia con la UNAM?
Dr.
García:
Esta es mi casa, el llegar aquí es muy satisfactorio, yo imparto
clase a las 7 de la mañana y al cuarto para las siete estoy entrando
a esta universidad y me siento tan orgulloso ¿sabe qué?, me pongo a
pensar en cuando yo era estudiante de aquí, un escuincle, igual que
los escuincles que tenemos ahorita aquí. Entonces yo vivo de ellos
porque ellos me alimentan de su juventud y es bellísimo. Uno no
envejece si vive de la juventud, jamás va a envejecer si vive entre
la juventud porque incluso oírlos hablar, su lenguaje va cambiando,
se va modificando a través de los años, es diferente. Se visten
diferentes, usan el pelo distinto, por ejemplo: ahorita es de pelo
largo, todos tienen el pelo largo, es una tendencia actual. Antes era
los muchachos con barba, ¿Se acuerda? O pelos largos, ya otra vez
volvieron esos ratos.
Entonces
el hecho de vivir en la universidad es fantástico. Yo tuve la
fortuna, una temporada de ser profesor de tiempo completo, fue una
temporada de 6 años ¿Por qué? Porque me invito el Doctor Berruecos
cuando fue director cómo jefe del Departamento de Fisiología y
Farmacología, entonces 4 años estuve como Jefe del departamento y 2
años antes, con el Doctor Juan Garza como Jefe del Departamento de
Fisiología, fueron 6 años. Todo ese tiempo que tuve para hacer
investigación, me permitió dirigir muchas tesis y todo eso es muy
formativo, te estructura como profesionista y por esa época fue el
otro famoso temblor del 19 de septiembre y entonces aquí en esta
escuela recibimos a los investigadores que se les habían caído los
edificios en Centro Médico y yo tuve la fortuna de convivir con
ellos una temporada larga, porque aquí hacían sus investigaciones y
pude trabajar con ellos y venían con una formación excelente. Fue
una muy buena experiencia el haber sido jefe de departamento, pero
fue nada más una temporada, yo ya soy jubilado por la universidad,
pero sigo como profesor jubilado impartiendo mi clase.
Karen:
¿Sólo
imparte clase a nivel licenciatura?
Dr.
García:
Si, ahora solo en licenciatura, tuve una época en posgrado, en
maestría.
Karen:
¿Cómo fue su experiencia?
Dr.
García:
Fue excelente, ¿sabe por qué?, porque son unos cuantos muchachos y
ya son muchachos formados las clases son pláticas. En el posgrado
las clases son pláticas ¿Por qué? Porque somos pares, que uno
tendrá un grado mayor, yo no tengo ningún grado adicional, porque
se me fue el tiempo, se me fue el tiempo y no había tantas
facilidades como las que se tienen ahora. Actualmente tiene todas las
facilidades del mundo y las becas y todo, en mi época era mucho más
difícil, también eran localidades más pequeñas y reducía mucho
la posibilidad.
Karen:
¿Cuáles han sido sus experiencias más enriquecedoras en su vida
profesional?
Dr.
García:
Yo quería dedicarme a bovinos no se pudo por ciertas situaciones,
entonces me empezaron a recomendar, fui a ver una granja avícola y
ese señor me recomendó con otro amigo, y ese con otro amigo y así
fue creciendo y llegó un momento en que, a lo que yo me dedicaba era
a ver aves y aves y aves y aves… y durante, prácticamente toda mi
vida de profesional, me he dedicado a aves, entonces actualmente en
fisiología de procesos productivos, veo producción aviar,
producción de huevo y un fenómeno que se llama pelechas que se
relaciona con las plumas de las aves. ¿Por qué? Porque me he
dedicado más a las gallinas, al pollo y al huevo, he tocado algo de
cerdos, pero la realidad es que me he dedicado más aves, y por
aquellos años en que los que me recomendaron tanto, de hecho, yo
creo que no ha habido ningún médico veterinario que viera tantas
granjas como yo, sabe ¿por qué? Porque éramos muy pocos, no porque
yo fuera muy…, no. Simplemente porque éramos muy pocos, entonces
si usted se dedicaba a un área de la medicina veterinaria, pues
prácticamente lo llamaban todos y lo recomendaban, siempre y cuando
diera resultados sino lo corrían.
Empecé
a trabajar en eso y mire, he sido un hombre con suerte, para todo.
Para recibirme hay que mandar a imprimir la tesis y no había
recursos, entonces en nuestro mercado era, ve a ver a Purina y dile
que vas a hacer este tipo de tesis. Fui a ver a Purina, les dije, voy
a hacer este tipo de tesis y quiero que me proporcionen algunos de
los alimentos que ustedes fabrican, porque iba a determinar
aminoácidos en alimentos comerciales, entonces me dieron los
alimentos y cuando termine ellos me mandaron a imprimir la tesis,
¡ellos!, o sea me la regalaron.
Cuando
termine la carrera, además de ser profesor de la universidad, de ser
médico veterinario de la plaza, empecé a trabajar para una empresa
que también me regalo alimentos que se llamaba Pac Productos
Agropecuarios y empecé a trabajar con ellos como médico veterinario
visitando granjas, entonces es lo que le digo prácticamente recién
salido del cascaron, lo que yo tuve fue abundancia en el trabajo y
así ha sido para todos mis compañeros, yo siento que para todos
ellos también fue muy rica esa época, actualmente no es lo mismo,
hoy en día la competencia es brutal. Primero porque hay escuelas de
medicina veterinaria en todos los estados, en Puebla hay 3, aquí en
el Distrito Federal hay otras 3, y en todos los Estados hay, entonces
hay muchos médicos veterinarios la competencia es enorme, ya no es
tan fácil como lo era en el pasado, en el pasado se tenían muchas
posibilidades.
Mire
en el pasado había muchos establos, ahora sigue habiendo muchos pero
una sola planta pasteurizadora, bueno hay dos importantes Alpura y
Lala, usted las conoce, entonces todo se centra en ellas. Bachoco es
el principal productor de huevo, de pollos y granjas, Carroll tiene
un millón de cerdas de vientre, cerdas de productoras, produce un
promedio de 20 cerditos por cerda, ósea produce 20 millones de
cerdos al año, una explotación porcina. Esa la maneja una médica
veterinaria que fue mi alumna y se siente uno tan orgulloso,
obviamente yo contribuyo con esto (hace una seña de pisca) para su
formación, ella se ha hecho sola, pero es una mujer que administra
una explotación porcina inmensa. Ahora vea como tenemos niñas aquí.
Karen:
¿Antes la población femenina era reducida?
Dr.
García:
Sí, antes no eran tantas, yo solo tuve una compañera la Doctora
Díaz González, fíjese la Doctora Díaz González, hija de un
médico veterinario, se casó con un médico veterinario, dos de sus
hermanas se casaron con médicos veterinarios y una de ellas también
es médico veterinario, entonces toda la familia es de médicos
veterinarios, ella se casó con un compañero nuestro, médico
veterinario el Doctor Arguellas, entonces puro veterinario. [Ríe
discretamente]
Karen:
¿Cuáles son los cambios que ha percibido en la carrera?
Dr.
García:
Sabe que, las especializaciones, ese ha sido yo creo que un factor
que ha contribuido en el procedimiento de nuestra formación, al
interés que la gente tiene ahora en lo que es la medicina
veterinaria, en el pasado había ese pensamiento de que la
veterinaria era una subprofesión, como que después de la secundaria
podías entrar a estudiar medicina veterinaria.
Actualmente
es una profesión súper ultra respetada dentro del consenso de
profesiones universitarias, por ejemplo, en Inglaterra, la principal
profesión respetada es la Medicina Veterinaria ¿por qué?, porque
nada mas de dedican a la producción de borregos, de huevo, de carne
de etcétera… de productos lácteos que son de primerísimo nivel,
entonces es muy respetada la carrera.
Karen:
¿Ha tenido experiencias en el extranjero?
Dr.
García:
Si como no, yo trabajé para una empresa Norteamericana, Laboratorios
Daguest, que era una empresa que tenía influencia en muchas partes
del mundo, yo tuve la fortuna de viajar mucho a los Estados Unidos, a
Centro América, a Sur América y a Europa, muchas veces a
Inglaterra, muchas veces a España, muchas veces a Italia porque
había plantas de Daguest en todos estos lugares.
Luego
esta empresa fue vendida a la Short Petroleum, una empresa de
petróleo y tuve la fortuna de ir muchas veces a Inglaterra.
Karen:
¿Cuál fue su experiencia allá?
Dr.
García:
Yo tuve un muy buen amigo el Doctor Norman Foulter [53:45], el doctor
era especialista en cerdos y yo me iba con él a visitar todas las
granjas que visitaba, era un egresado de Cambridge. Fui con él a
Cambridge y entonces tuve la fortuna de pisar el pasto de Cambridge,
¿por qué? Porque iba yo con un egresado, entonces ya se imaginará
la experiencia fue enorme, porque conocí explotaciones porcinas en
vivo y a todo color.
Karen:
¿Qué diferencias identifica en las universidades de Europa, Estados
Unidos y Centro América?
Dr.
García:
Las diferencias son enormes, una de ellas es el número de egresados
de la carrera. En Inglaterra, en Cambridge se reciben 50 alumnos al
año nada más, por supuesto que yo pienso que esos 50 son gente que
se reciben, si acaso, destriparan 2 o 3 no creo que más. Nosotros
tenemos un grave problema que es el pase automático de los CCH’s y
las Prepas a la Universidad, a la licenciatura y la formación de los
preparatorianos es bastante raquítica, entonces pasan aquí, sin la
formación adecuada, sin la educación para entender que si están en
la universidad tienen que estudiar, dedicarse a estudiar lo más
profundo que puedan y si usted ve, los chicos tratan de hacer su
menor esfuerzo se la pasan muy capulina, muy sabroso, muy rico; eso
no nos permite formar a los profesionistas que debemos formar, por
eso nos ganan en otros países porque tienen una exigencia mayor que
lo que nosotros tenemos.
Eso
es lo que deberíamos pedir nosotros, no importa que tuvieras menos
estudiantes en la facultad, no recibir 600, recibir 50, de esos 600,
si usted hace un análisis quizá se reciban 300, es un 50%, pero son
300 no 50. Entonces si usted nada más tiene 50 alumnos imagínese la
atención que les puede dar, una atención fantástica y una
exigencia brutal.
Si
usted se va a las universidades de Estados Unidos, por ejemplo, la
Universidad del Sur de California y todas las universidades que
tengan medicina veterinaria, son con grupos muy reducidos y de una
exigencia fantástica, entonces eso es lo que deberíamos hacer
nosotros aquí. Por supuesto que está en nuestras manos ser
exigentes con los chicos, pero tampoco puede usted excederse y le voy
a decir porqué, porque la formación de los muchachos, no le digo de
todos, pero muchos de ellos no es lo suficientemente fuerte como para
captar tanta información y procesarla, no saben leer, no saben
escribir, no saben hablar.
Haga
un experimento; entre a un salón y haga una pregunta y se quedan
callados, pero así mudos, no se mueven, no se les mueve ni un
músculo de la cara. O se les dice: – ¿A ver qué les parece
esto…? Díganme si, díganme no. Díganme algo porque creo que
están muertos.
Entonces
necesitamos hacer más por ellos, pero también necesitamos más
calidad porque la formación no es que sea mala en la preparatoria,
es mala desde primero de primaria, no es mala es pésima. Entonces
qué quiere hacer usted con niños que tienen una mala
formación
desde primer año de primaria. La materia prima que llevan… digo
¡ay madre mía!, es una realidad que hay que vivirla y hay que
tratar de corregirla y esa es nuestra obligación.
Karen:
¿Qué recomendaciones les daría a sus alumnos?
Dr.
García:
Sabe que, no hay otra alternativa la universidad lo único que te va
a dar son cuatrimestres en los cuales te va a dar una información
muy general, está en tus manos, porque ya sabes dónde consultar, ya
sabes a donde recurrir, si puedes haz un posgrado, si puedes porque
no todos pueden. Si consigues una beca, haz un posgrado, haz tu
maestra, tu especialización, estudia un doctorado, eso te va a dar
más posibilidades, te va a dar más conocimiento y te va a abrir más
puertas, sobre todo ahora que la competencia es impresionante.
Mire
en cada esquina hay un dentista, en cada esquina hay un veterinario y
en cada esquina hay un médico, hay tantos que tienen que trabajar en
los consultorios del Doctor Simi y sabe cuánto ganan… $10 pesos
por consulta, eso para un muchacho que se ha roto el lomo estudiando
en la facultad de Medicina o en la facultad de Medicina Veterinaria
es decir ¿a qué vine?, es terrible, no queda más que prepararse,
ese es mi consejo. [Se reincorpora en el asiento]
Sin
duda ha provocado en mis pensamientos una gran admiración, le miré
con respeto y agradecí el tiempo que me ha brindado. Nos despedimos
con un apretón de manos y me invitó a conocer el Hospicio de San
Jacinto porque en su interior resguarda una historia que nadie más
podrá contar.
Conocer
a personas que se encuentran tan satisfechos de sus estudios, logros
y metas es enriquecedor porque inspira en trabajar por las metas
personales. Las charlas y enseñanzas de un profesional que ha vivido
cambios significativos durante 60 años de trayectoria en Medicina
Veterinaria, aportan nuevas cosas en cada encuentro y logra mantener
en el presente, el recuerdo.
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