Diana Arely Guzmán.
Palabras clave: Médicos veterinarios, Historia, Semblanza.
Yo conocí al Dr. Borbolla, especialista en porcinos, no en la FMVZ, sino ya en mi vida laboral, 3 años después de haber salido de la Maestría, en 2016. Yo solo lo conocía por lo que había escuchado de él, que daba clases relacionadas a los porcinos y nutrición, que era muy estricto, imponía mucho, pero que sabía mucho y era un estupendo profesor.
Cuando lo conocí íbamos a visitar una granja en Jalisco, yo recién iniciaba a trabajar en una empresa de Nutrición, y no sabía moverme por allá, hubo retraso en mi vuelo y yo tenía que estar en la granja con él a las 8 am, no iba a suceder. Le hablé por teléfono, le dije lo sucedido, que igual se estaban tardando en darme el auto en renta y que no creía que fuera a llegar a la hora en punto. ¡Qué nervios! Era mi primer encuentro y tenía que quedar bien con él y yo iba a llegar tarde… Sí, su parte estricta fue de “Diana, vamos a ver a un cliente muy importante y no puedes llegar tarde y dejarlos esperando, pero… no te preocupes, maneja con cuidado que tu seguridad es primero, no manejes con prisa.” Inmediatamente con esta frase supe que el Doctor era una persona con un gran corazón que se preocupaba por los demás, antes que cualquier negocio. Ese día finalmente pude llegar antes de que tomaran camino hacia la granja. Él era el Asesor de estos clientes y yo solo alguien que iba ahí a aprender de él, pero al darse cuenta que yo tenía experiencia en el área porcina, dejó que yo contestara a las dudas de los clientes, yo iba a aprender y me dejó tomar protagonismo en esa visita, algo que valoré muchísimo, porque no cualquiera lo permite y menos alguien tan renombrado. Ese día después de la visita, fuimos a comer y así empezó una relación de amistad muy linda para mí.
Durante algunos años fuimos a varios eventos juntos, compartimos avión, comidas, cenas, cumpleaños de otros Nutriólogos, si coincidíamos en algún lugar siempre se daba un tiempo para platicar conmigo. Quienes lo conocimos sabemos que tenía una vida muy ajetreada, entre la Facultad, los clientes que siempre le estaban llamando, formulando dietas, visitas a clientes en todos lados, así que yo valoraba demasiado que me tomara la llamada, que se diera esos tiempos para platicar conmigo, tomar un café, comer en la Facultad también.
Con el tiempo, nuestras pláticas se volvieron más de amigos y menos de negocios, para mí, algo más real. Le platicaba las dudas que tenía respecto a mi vida laboral, los problemas que tenía, y siempre me escuchaba sin juzgarme, dándome los mejores consejos, apoyándome siempre. Cuando renuncié a la empresa de Nutrición donde trabajaba, fue el primero en hablarme y ofrecerme ayuda, si es que la necesitaba. Recuerdo ese día, hablamos como una hora, y sentí bien bonito que él estuviera ahí, apoyándome.
Yo decidí tomar otro camino, fuera del mundo veterinario, me fui de viaje durante un año, y seguíamos hablando. Me dijo que le mandara fotos de los lugares que fuera conociendo, y así lo hice durante casi un año. Él mandándome mensajes preguntando cómo estaba, qué estaba conociendo, y yo mandándole fotos, hablando y diciendo que cuando regresara nos veríamos para volver a platicar en persona.
El inicio de la pandemia me tocó en un lugar de Asia, y él Dr. Borbolla estuvo ahí al pendiente de mí también, que cómo iba con mis vuelos para poder regresar, que si necesitaba algo se lo dijera sin dudar, siempre ahí. Cuando regresé a México en abril del 2020, no lo pude ver, y yo me vine a vivir a España, pero esa comunicación jamás se acabó, siempre escuchaba mis audios, me dio contactos para poder abrirme camino en el mundo de la Veterinaria aquí en España, por si quería regresar a este mundo. También sabía que, si alguien buscaba un Nutriólogo para algún lugar exótico del mundo, él me recomendaba, porque él me decía “esos lugares van con tu personalidad”.
Y mientras escribo esto, se me salen las lágrimas, porque sé que lo voy a extrañar mucho, porque encontré un amigo en un mundo profesional en el que es difícil encontrar amigos verdaderos.
Yo lo conocí en la vida profesional, pero sé que él apoyaba mucho a sus alumnos, todos los que estaban o habían estado en la FMVZ, él los apoyaba, amaba dar clases, amaba ver crecer a todo aquel que hubiera estado en la Facultad, hubieras sido su alumno o no, él estaba ahí para ti. Te seguías sintiendo protegido, como en tu nido, como cuando eres estudiante en la Universidad.
Dr. Borbolla, gracias por bailar una cumbia conmigo, por compartir varios Bailey’s y por tantos momentos divertidos y llenos de enseñanza, por tanta sabiduría y por la pasión que transmitía por la Nutrición y los Porcinos. Mis palabras se quedan cortas para poder transmitir todo lo que dejó en mi.
Lo extraño desde ya con todo mi corazón, y desde aquí le mando todo mi amor, y le agradezco todo lo que hizo por mi y su gran amistad, y sé que no soy la única con este sentir. ¡Lo quiero mucho!, y un pedacito de mi corazón se ha ido con usted. ¡Lo voy a extrañar muchísimo! Ojalá todo esto fuera solo un mal sueño. Pero aquí vamos a seguirle, haciendo que todo lo que dio en vida, ¡siga valiendo la pena!
El Dr. Borbolla falleció el 1º de marzo de 2021 excelente ser humano por su profesionalismo, responsabilidad, honestidad y predisposición para capacitar a estudiantes y profesionales y compartir sus conocimientos.
Médico Veterinario Zootecnista. F.M.V.Z. – U.N.A.M.; Master of Science en el área de Nutrición de Aves. Texas A & M University; Doctor of Philosophy en el área de Nutrición del Cerdo. Texas A & M University; Asesor en Nutrición Porcina; Asesor de plantas de alimentos y Asesor de los nutriólogos encargados de la formulación. Además conferencista internacional y autor de numerosas publicaciones técnicas.
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