La Carga de Todos los Días

Eduardo Infante Ávila



Aquel hombre se levantó temprano como todos los días, como todos los días se vio en el espejo y como todos los días, no le gustó su imagen.

Cuando estuvo listo para sali, volteó a verlo; sí, ahí está junto a la puerta el gran saco de recuerdos que carga todos los días. Como todos los días se acerco a él y entonces lo vio, ahí estaba, el recuerdo de aquella mujer tratando de sobresalir por sobre los demás recuerdos.

Hizo un mohín de rabia y tomó aquel recuerdo. Pensó en arrojarlo lejos, pero sabe que es imposible, así que decidió enterrarlo en el fondo del saco: "Cubierto con recuerdos agradables no podrá salir", dijo para sí y empezó a escarbar en aquel montón de recuerdos. Poco antes de llegar al fondo, encontró el recuerdo de cuando recibió su primera bicicleta y sonríó. "Esto es lo que buscaba", concluyó.

Con la cuerda que saltaba de niño ató el recuerdo de aquella mujer a ese agradable recuerdo y lo colocó en el fondo del costal. Sonriendo lo cubrió con toda clase de recuerdos: su primera novia, el momento de comprar su primer coche, cuando recibió el premio al mejor estudiante de su generación y otros cientos de recuerdos, los buenos y los no tanto." Cualquier recuerdo es mejor que el de ella", se dijo, y como todos los días cargó el saco sobre la espalda.

El día se movió lentamente hacia la noche mientras el hombre recogía ocasionalmente recuerdos y los echaba al costal.

Por la noche; cuando se disponía a regresar a su casa, sintió que algo le picaba, a veces en la nuca, otras en el hombro, otras en la oreja y pensó: "Tal vez acomodé mal algún recuerdo. Cuando llegue a la casa los ordeno".

Al llegar a su casa dejó su gran costal junto a la puerta como todos los días. Entonces lo vio como todos los días. El recuerdo de aquella mujer sobresalía por sobre todos los demás recuerdos, buenos y malos, recientes o añejos. El hombre suspiró profundamente, levantó las manos en un signo de resignación y se acostó pensando: "Tengo que cargar con él el resto de mi vida".

Y se quedó dormido, como todos los días.

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