LA RESPUESTA A TU PREGUNTA

Silvia Estela Rivera Melo
Dragoncito

Cuando los años pasan y el corazón renace entre nuevos sueños y esperanzas por seguir viviendo; cuando el pasado solo es eso, y los recuerdos dejan de doler, uno se vuelve más fuerte, se conoce en soledad y es capaz de poder emprender el camino a un reto nuevo llamado “amor”. Reiniciar una vida en pareja es muy difícil, cuando las heridas del pasado han dejado mellas muy duras de borrar y conflictos internos entremezclados con el miedo de volver a fallar y ser lastimado, pero esta vida se hizo para aprender de los errores y darnos la oportunidad de volver a intentar el encontrar alguien con quien poder caminar el resto de nuestras vidas.

Con todo el amor del mundo a alguien que me acompañó durante 10 largos años, sin que yo me diera cuenta de que en su interior cada día crecía un sentimiento hacia mi y que en cada uno de sus actos lo mostró sin miedo alguno, pero lamentablemente yo no me di cuenta, al amigo incondicional que me cuidó en momentos difíciles sin titubear siquiera, al compañero que jamás perdió la esperanza de verme lograr mis metas, al acompañante en los días de llanto por la perdida del amor equivocado, al compañero de prácticas y trabajos en los ranchos cuando tuvimos ese gusto de compartir la odisea escolar juntos.

Al hombre que desde hace unos días sostiene mi mano, acaricia mi rostro y cubre mi ser con su alma ¡A ti! Que me has pedido que te deje acompañar mi camino hasta que el gran Dragón me llame a su lado y a quien estoy convencida de que no defraudara mi confianza, mi amor y mi respeto. Por este conducto corazón te informo que desde este momento quiero y deseo ser la esposa de Francisco Ruiz Salazar, para que juntos forjemos sueños que se conviertan después en proyectos que desemboquen en realidades palpables y tangibles para ambos; es lo que anhelo siempre y cuando tu aceptes ser el jinete que todo dragón necesita para ser indestructible.

HOY VIVES EN MI

El tiempo es un gran consejero, un gran amigo y un buen limpiador del alma, nos ayuda a romper los lazos que nos atan al pasado, para luego voltear y verlos con una sonrisa y decir ¿Yo hice eso? En verdad después de un tiempo, uno puede voltear y decir ¡De la que me salve! Y aun así, el mismo tiempo nos regala grandes compañías que nos dan la mano en los momentos difíciles del destino amigos, amigas, compañeros, maestros, hermanos, padres, hijos, parejas, y porque no decirlo, al hombre de nuestros sueños que muchas veces no vemos, por estar ocupados en otros asuntos, en otros rollos abigarrados de nuestro existir.

Pero así mismo, muchas veces el tiempo nos da la oportunidad de mirar a un lado y observar detalladamente que todo cuanto buscamos en un compañero, siempre lo hemos tenido al lado, pero aun con eso no llegamos a darnos cuanta y seguimos nuestro camino, buscando, experimentando y regándola, pero esa persona especial sigue ahí, esperando que uno se dé cuenta de que existe y nos necesita tanto como nosotros necesitamos lo que locamente buscamos por la vida.

Hace unos meses las circunstancias del destino, nos pusieron más cerca y a trabajar como tenía mucho no lo hacíamos, fue grato verte llegar los fines de semana para trabajar juntos en lo que llamábamos nuestra sociedad, y sin darme cuenta comencé a entender que anhelaba que la semana se fuera rápido para poder verte de nuevo llegar, fue confuso comenzar a sentir esa sensación de vértigo cuando era jueves y yo esperaba con ansias que tocaras la puerta y dijeras ¡Ya llegue Dragoncito!

Con cuanto afán puede trabajar uno hasta deshoras de la noche cuando la compañía es grata, cuando las charlas son amenas y se empiezan a entrelazar sueños y deseos por estar mejor mutuamente, iniciar proyectos que serian realidad en un fututo mediato, una vez más como en los viejos tiempo, socios de un negocio, de un camino y un futuro mutuo por vernos mejor y más estables económicamente, sueños de verte casado y con alguien que valorara lo mucho que vales como hombre, como compañero y amigo.

¡Y una vez más volver a crecer juntos! En una nueva etapa y un perfil distinto al anterior, pues se podría decir que la madurez tanto emocional, como física y mental serían las armas que nos darían la oportunidad de hacer mejor las cosas y ya no como cuando éramos más enanos y en la etapa del roquerito venceremos. El ir y venir de fines de semanas compartidos me llevaron a mirarme en tus ojos y notar que tenía tu mirada algo distinto o que no me había percatado de ello con anterioridad, esa ternura con que me observabas y tu risa cuando te percatabas que te cachaba contemplándome.

¡Qué ironías tiene la vida! Dentro de mi algo cambió sin que me diera cuenta, la felicidad de verte, de sentirte cerca, cambiaba las cosas, las sonrisas y las miradas, las pláticas se hicieron más extensas, la necesidad de mirarme en tus ojos, de escuchar tu voz. ¡Confieso, me dio miedo corazón! Eras mi amigo, el más grande de todos, en el que confíe todo el tiempo, en quien confiaba mis secretos, me conocías de extremo a extremo y no era cuerdo lo que sentía, lo que crecía cada día que pasabas a mi lado.

Por instantes cuando me daba cuenta me decía – ¡Dios! hoy si se me desatornilló la neurona completa- y trataba de no hacer notar las cosas, hasta ese día en que nos encontramos frente a frente y me regalaste el beso. ¡No te puedo negar que me dio miedo! Tantos años juntos, una amistad de esas que es muy difícil de encontrar y forjar, que da miedo perder por un instante de locura o estupidez. ¡Pero hoy, doy gracias porque ambos lo tuviéramos!

Y me has hecho sentir como a mis 15 años, con ese miedo de que mis hijos se den cuenta de que me siento feliz, que hay algo que me hace sentir grande, única y provoca el no poder controlar las ansias de sentir tus labios rozando los míos, de tener tus brazos cubriendo mis hombros. Te convertiste en mi amor furtivo, aquel que no tenía porque esconder, pero eso hacía que lo sintiera con más delirio, hasta el momento en que nos dijeron que a quienes queríamos hacer tontos, que se daban cuenta de lo que pasaba y nos dieron permiso de ser novios.

Y creo que eso fue mejor, pues nos dio pie a descubrir un sinfín de cosas que ambos buscábamos y que al memos yo encontré en ti, para creer que he terminado mi búsqueda en el tiempo, en la vida y el destino, pues entendí que hoy vives en mi, que el hecho de ser mi amigo te da las armas para comprender mis pasos, para razonar mis actos y que mejor que nadie sabes hasta dónde puedo llegar en cada situación que se me ponga enfrente.

Tú mejor que nadie entiendes mi trabajo, mis desvelos, mis angustias y mis miedos, ya que con anterioridad los hemos superado juntos pero siento que de esta manera será mejor para ambos. Me has dicho ¡Te conozco un 80%, y sé que el 20% que me falta me dará grandes satisfacciones! Pues déjame decirte, gracias corazón por haber esperado a que volteara a ver a tu lado y por darme la oportunidad de ser un dragón libre y completo, pues hoy vives en mí, como hace 10 años que entraste a mi vida, pero en otro papel más grande e importante.

TE AMO”

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