Oscar Joaquín Solano Ramírez
Egresado de la licenciatura
en Historia
Facultad de Filosofía y Letras UNAM
Hace algún tiempo, en la
biblioteca
de la Unidad de Vinculación
Artística de
la UNAM leí lo siguiente “En
la música hay
notas altas, bajas y
meniadas” según el cartel,
Inés de seis años había expresado tal
oración.
Palabras clave: biblioteca, cultura, sociedad,
libro, acervo
Primera parte. La Biblioteca Pública Juventino Rosas
Dentro de la delegación Gustavo A. Madero, específicamente en el barrio de Cuautepec el alto, entre sus empinadas pendientes, se puede encontrar la Biblioteca Pública Juventino Rosas. Inaugurada en 1994 esta se encarga de atender las necesidades bibliográficas de Cuautepec Barrio Alto, una de las primeras colonias establecidas en la delegación.
Al llegar al recinto destacan dos elementos, el
primero su fachada azul que contrasta con el gris del pavimento y, el segundo,
sus enormes letras en color plateado que anuncian el nombre del lugar
“Biblioteca Juventino Rosas”. En la entrada, acorde a la fecha de visita (el
lugar se visitó el día seis de noviembre de 2024) se observa una ofrenda
modesta, que aunque pequeña, da cuenta de la importancia que tiene el día de
muertos para la sociedad mexicana. Un libro sobre tradiciones y costumbres
mexicanas es, probablemente, el objeto más llamativo de la ofrenda, a lado de
él, otros tantos libros relacionados de alguna u otra forma con el día de
muertos. Al voltear la vista arriba, justo en la entrada principal, hay papel
mache de varios colores que da vida a la estructura que resguarda cientos de
libros.
Figura 2. La ofrenda
de día de muertos.
Figura 3. El acervo
documental.
Ahora y para ofrecer una explicación más clara me tomaré el permiso de utilizar el género de primera persona.
Una vez que se me explicó el orden del acervo documental, aclaré a la bibliotecaria mi objetivo, elaborar un artículo sobre la biblioteca pública, amablemente me refirió con la responsable del recinto. La encargada Andrea González Martínez me comentó su experiencia como directora del acervo. Entre los temas tratados destacan cuatro, el primero vinculado a la infraestructura de la biblioteca, el segundo respecto al horario y trabajadores, el tercero referente a los libros del recinto, y el cuarto relacionado con algunos talleres formativos que se imparten en la institución
Respecto al primer tema ella nos comenta lo
siguiente:
"La infraestructura de la biblioteca se encuentra muy deteriorada, la barda que da a la calle está cargada con mucha humedad y salitre. Gracias al mantenimiento personal que he realizado, este no ha avanzado. Sin embargo las autoridades que deberían cuidar la estructura, que en este caso es la alcaldía, no ha brindado el apoyo económico para realizar las tareas necesarias de mantenimiento. La biblioteca se conserva en buenas condiciones gracias a que nosotros (los trabajadores del recinto) hemos puesto dinero de nuestro bolsillo para que así suceda, muchas bibliotecas públicas de México se sostienen gracias al esfuerzo de su comunidad y sus empleados. Muchos libros que se encuentran en la colección han sido donados por sus usuarios, que llegan y hacen donaciones voluntarias".
"La infraestructura de la biblioteca se encuentra muy deteriorada, la barda que da a la calle está cargada con mucha humedad y salitre. Gracias al mantenimiento personal que he realizado, este no ha avanzado. Sin embargo las autoridades que deberían cuidar la estructura, que en este caso es la alcaldía, no ha brindado el apoyo económico para realizar las tareas necesarias de mantenimiento. La biblioteca se conserva en buenas condiciones gracias a que nosotros (los trabajadores del recinto) hemos puesto dinero de nuestro bolsillo para que así suceda, muchas bibliotecas públicas de México se sostienen gracias al esfuerzo de su comunidad y sus empleados. Muchos libros que se encuentran en la colección han sido donados por sus usuarios, que llegan y hacen donaciones voluntarias".
Sobre el segundo tema menciona:
"De los diez años que tengo en la biblioteca seis años me quede sola brindando el servicio, actualmente somos cuatro personas. Solicitamos personal para el horario de la tarde, sin embargo la propuesta fue negada por la administración pasada, aunado a ello se solicitó abrir los días sábados, sin embargo también fue negada la propuesta ¿Qué sucede aquí? que se tendría que pagar tiempo extra, contratar más personal, y, la administración no quiere hacerlo"
"De los diez años que tengo en la biblioteca seis años me quede sola brindando el servicio, actualmente somos cuatro personas. Solicitamos personal para el horario de la tarde, sin embargo la propuesta fue negada por la administración pasada, aunado a ello se solicitó abrir los días sábados, sin embargo también fue negada la propuesta ¿Qué sucede aquí? que se tendría que pagar tiempo extra, contratar más personal, y, la administración no quiere hacerlo"
Sobre los libros del recinto, expresa:
"Nuestra biblioteca a pesar de las carencias solo
se encuentra un poco rezagada en material bibliohemerográfico, no estamos tan
actualizados, pero tenemos en su mayoría bibliografía clásica, la ya conocida,
la clásica que no pasa de moda, pero hoy en día hay mucho material nuevo, que
los usuarios vienen a buscar y desafortunadamente no poseemos. El problema
anterior no solo se presenta en este espacio, sino en muchas otras bibliotecas
públicas que hacen un gran esfuerzo por mantenerse actualizadas. Nosotros ya
hemos logrado tener más títulos disponibles, gracias a la retroalimentación de
la comunidad y a un programa cultural llamado “trueque de libros” en este los
usuarios donan un libro y pueden llevarse otro de un catálogo previamente
elaborado por la biblioteca. Este programa nos ha brindado la oportunidad de
enriquecer nuestro catálogo captando libros que regularmente no poseemos".
En cuanto a los talleres y actividades
culturales de la biblioteca, nos platica:
"Durante las vacaciones de verano llevamos a cabo un taller llamado “Mis vacaciones en la biblioteca” en el cual se acerca tanto a niños como a jóvenes a tener contacto con el libro y su cultura. Además de este programa cultural, hemos tenido otras actividades culturales, entre ellas un circulo de lectura de adultos mayores, un taller de papel picado dirigido a todo público, tertulias literarias, conferencias feministas, talleres de pintura, apoyo a tareas, posadas literarias entre muchas otras. Las actividades culturales son fundamentales para la biblioteca porque la mantienen como un espacio vivo".
Una vez finalizada la plática con Andrea González Martínez solo me resto dar las gracias por la atención brindada. Al salir de la biblioteca observé su fachada sin dejar de pensar en la gran labor de las personas que integran estas instituciones.
A pesar del esfuerzo de la encargada de la
Biblioteca Pública Juventino Rosas, es innegable que este recinto afronta muchos
problemas. El primero de ellos su catálogo bibliográfico reducido y
desactualizado, que el gobierno de la Ciudad de México se niega en nutrir,
obstaculizando así el desarrollo cultural de los usuarios que la frecuentan. Lo
anterior es importante dadas las condiciones sociales de la zona de Cuautepec
el alto, denominada una zona de alta marginalidad, en la que predomina la
violencia y la pobreza. Espacios como la biblioteca pública son frecuentemente
los únicos puntos relacionados con la
cultura del libro en este tipo de zonas, por ello es importante que el
gobierno asuma su responsabilidad con estos acervos, dotándolos del presupuesto
suficiente para cubrir sus necesidades, visitando los espacios para conocer su realidad y
siendo consciente de la importancia de estos en una sociedad definida por los medios masivos de comunicación y la
desinformación (Catuxa, 2014).
El segundo problema (y último que trataremos en este escrito) al que se enfrenta esta biblioteca se relaciona con la alfabetización digital. Durante la visita realizada, la encargada remarcó la importancia de crear un aula de medios en la parte superior del edificio, ya que si bien cuentan con algunos equipos de cómputo en la planta baja, estos resultan deficientes e insuficientes para la atención al público, en primera instancia porque no cuentan con la paquetería ofimática clásica en toda computadora, haciendo al equipo obsoleto para el usuario promedio, en segunda porque los equipos son pocos y no cubren la demanda de la biblioteca.
En Cuautepec el cibercafé se ha vuelto un negocio popular y altamente demando, no por la renta de equipos, sino por los trámites que estos pueden realizar como: la impresión del acta de nacimiento, consulta de la clave única de registro de población, pago de servicios, etc. Si la Biblioteca Juventino Rosas contará con más y mejores equipos de cómputo podría ofrecer cursos de alfabetización digital, dirigidos específicamente a solucionar las necesidades de su comunidad, evitando así pagar por trámites que ofrece de forma gratuita el gobierno de México. Una biblioteca pública que se ha vinculado íntimamente con su población es la Biblioteca Municipal De Elciego en España, que ofrece a su población la oportunidad de consultar la aplicación del catastro desde sus equipos de cómputo, orientado a sus usuarios y brindándoles las herramientas necesarias para llevarla a cabo (Gómez Santamaría, 2009).
La Biblioteca Pública Juventino Rosas a pesar de sus carencias es un espacio lleno de vida. Las personas que lo integran se esfuerzan constantemente por hacer de la biblioteca un espacio vivo, ayudando a que sus usuarios se familiaricen con la cultura del libro y desarrollen comportamientos de lector crítico, entendiendo que, si bien, la lectura es un gusto, también se debe recurrir a ella cuando es necesario, cuando hay duda y la incertidumbre no deja de asomarse (Salaberría Lizarazu, 1991). En no pocas ocasiones se me ha cuestionado qué tan pertinente es la existencia de una biblioteca en la actualidad, en la que el internet y la inteligencia artificial parecen haber tomado su lugar; mi respuesta a este cuestionamiento siempre es “más que pertinente”, la biblioteca y el libro escrito son productos culturales únicos, con características y dinámicas particulares, su existencia no depende de otras herramientas tecnológicas, sino de las experiencias que crean, la sociedad que forman y su valía como objetos y espacios de formación, creación, y socialización.
Bibliografía:
- Catuxa, S. (2014). Esto también es una biblioteca . Mi biblioteca. La revista del mundo bibliotecario , 12-16.
- Gómez Santamaría, J. Á. (2009). III Encuentro de Bibliotecas y Municipio. Los servicios bibliotecarios en zonas rurales. Aula Telemática en la Biblioteca Pública Municipla de Elciego. La biblioteca, como centro de información, formación y autoaprendizaje (págs. 23-31). Madrid: Secretaría General Técnica. Subdirección General de Publicaciones, Información y Documentación.
- Salaberría Lizarazu, R. (1991). ¿Biblioteca de aula o biblioteca escolar? . Educación y biblioteca, 55.
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