Vivencias y Reflexiones en torno a la restauración del campo mexicano.

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Vivencias y reflexiones en torno a la restauración del campo mexicano

Presentación del libro del Dr. Victor Manuel Casas Pérez

“Voy con las riendas tensas y refrenando el vuelo, porque no es lo que importa llegar solo ni pronto, sino con todos y a tiempo” Luis Felipe Vivanco.

Palabras clave: Victor Manuel Casas Pérez, Biografía, Vida en el campo, Ecología

El Departamento de Etología, Fauna Silvestre y Animales de Laboratorio me propuso escribir acerca de las experiencias acumuladas en mi vida profesional, referidas a carencias en las prácticas de los productores rurales, y a la condición actual del campo mexicano, sus bosques y selvas. Ello formó parte de mis enseñanzas en la materia de Restauración, Aprovechamiento y Utilización de los Recursos Naturales, en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM. En ella enfatizamos la necesidad de restaurar los recursos naturales de nuestra Patria, y motivamos a aquellos jóvenes con vocación para trabajar en el campo, para que contribuyan en esa labor trascendente”.

Por la rama materna, abuelos y bisabuelos eran de Coahuila. Su abuelo Isidro Maestro Rural. Trabajó con el gobernador de Chihuahua. Cuando Villa recuperó la plaza, tuvieron que huir a Estados Unidos. Regresaron a México en la época Vasconcelista.

Miguel Casas, abuelo paterno; peleó en Puebla el 5 de mayo de 1862, a las órdenes del general Zaragoza. En su rancho de Camarones, tuvo vacas lecheras. La abuela paterna, nació en la Huasteca veracruzana, su mamá era maestra. 

Su padre estudió en San Jacinto. Al terminar Viajó a Chicago. En Wisconsin trabajó en la fábrica de camiones FWD (4 X 4) utilizados para equipos de perforación petrolera. Cuando regresó a México se incorporó a la agencia Central Ford. Por su vocación para el campo, siempre quiso tener un rancho. 

Adquirió 140 hectáreas originalmente bosque de Pinos Reales (Pinus montezumae) en la vertiente poniente de la Sierra Nevada.

Pero, en aquellas tierras, no había agua. Debió haberla en el pasado; quizá la hubo en la “Cueva del Agua”, una galería filtrante con una pileta de piedra cercana, ambas secas, donde se supone que abrevaron grandes rebaños de borregas.

Y, ¿por qué no tienes vacas? ¿Por qué no siembras alfalfa?

Ante las constantes preguntas obligadas de sus compañeros de trabajo. Su respuesta era: “Y, con qué agua”. 

Hizo un letrero en una tabla y lo clavó en el tronco que sostenía el tinaco: 

Había que acarrear el agua, de las canoas, a tres kilómetros al sur, del agua que bajaba de las estribaciones del Iztaccíhuatl, para abrevar a mulas y caballos. 

La leche que se llevaba de la ciudad, se echaba a perder. Por ello, su papá compró 10 cabras granadinas con su semental.

Los quesos tuvieron acogida en la cremería de la desviación a Chalco. Eso motivó que se adquirieran 30 cabras más. La hija mayor de Pablo, Luz hacía los quesos. 

El Dr. Juan Garza en 1978, Director de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, nombró a Víctor Manuel, jefe del departamento de Zootecnia de Rumiantes. Coordinar a profesores muy capaces, como Salvador Ávila Téllez, Morlet, Jesús Romero y otros; no fue fácil.

Impartió Zootecnia de Ovinos, y Economía Zootécnica. Salíamos de prácticas a lugares con actividad ovina: Ajusco, Pueblo Nuevo, Xalatlaco, Santiago Tianguistenco, Gualupita. Solicité ayudantes de profesor; Joaquín García Rivas me sugirió invitara a alumnos a colaborar. Lo hice, y varios se interesaron. Les propuse que eligieran una comunidad rural, que interactuaran con los productores, y conocieran cómo hacían las cosas y por qué; que aprendieran de ellos; y en un principio, se abstuvieran de dar recomendaciones. Eligieron Parres, por su producción ovina y agrícola.

Nota de la edición:

El libro es autobiográfico, el Dr. Casas Pérez narra sus orígenes, su experiencia laboral, sus logros y su encuentro con la metodología holística.

El autor recorrió la República Mexicana al trabajar con varios bancos y pudo implementar sus conocimientos para intentar restaurar el campo nacional, promoviendo el uso de la torta ganadera y combinando su amor por el campo gracias a los ejemplos vividos por su familia y otros personajes también muy ligados al campo.

Recomendamos ampliamente que lean el libro, debería ser lectura obligada para los jóvenes estudiosos del campo y la naturaleza.

Cerraremos el presente artículo con unas frases del Dr. Casas Pérez:

  • Eso es lo que debemos enseñar en el aula a los jóvenes con vocación para el campo. Que construyan su propio paraíso, para que demos el ejemplo. Pero, debe ser con formas de producción sustentables. Evitar incendios forestales, los que, con el calentamiento global, se han convertido en crimen y tragedia. 

  • Con la esperanza de sembrar en mentes jóvenes, a los alumnos de la FMVZ, se les insiste en la importancia de conocer ecología profunda

  • que ellos faciliten sus conocimientos a los productores de escasos recursos. ¡Ahora sabemos cómo lograrlo! Si queremos, ¡Lo podemos hacer! ¡Hacer las cosas bien!

¡Jóvenes Mexicanos, ustedes tienen la palabra!




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