Ética y bioética en la Experimentación Animal: Cuidando a Nuestros Compañeros de Laboratorio

 IBT. Perla Lucero Zavala Ocampo
Estudiante de la Maestría en Ciencias de la Producción y de la Salud Animal, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, UNAM
Dr. Rafael Hernández González
Jefe de la unidad académica bioterio, Facultad de Medicina, UNAM
bioterio.fac.med@unam.mx

Resumen

El uso ético y bioético de animales de experimentación permite tener un enfoque responsable y rigurosa calidad de las investigaciones, por ello, se considera fundamental comprender las normativas necesarias para garantizar el bienestar de los animales y obtener resultados científicamente válidos. En el presente trabajo se revisan los beneficios y alternativas que existen al uso de los animales de laboratorio, destacando la aplicación del principio de las 3R, lo que resulta en la transparencia de los procedimientos experimentales, consistencia y reproducibilidad de los resultados de la investigación científica.

A lo largo del tiempo, la experimentación animal se ha vuelto más sistemática y regulada. La experimentación animal es un tema controvertido que plantea desafíos éticos y bioéticos. Por un lado, es fundamental para el avance de la ciencia y la medicina, pero por otro, plantea preocupaciones sobre el bienestar de los animales involucrados. Es importante destacar que existen principios éticos que guían la experimentación para que los animales cuenten con las condiciones de bienestar e incluso la posibilidad de que se encuentren alternativas a su uso, lo que permite realizar una investigación responsable y de esta forma lograr calidad y reproducibilidad de los resultados de investigación, así como normas y directrices que dan transparencia a los procesos experimentales, por lo que es importante revisar estos aspectos.

Principios éticos fundamentales

El bienestar de los animales es una prioridad absoluta en la investigación, en el que se siguen principios éticos y bioéticos sólidos que ayudan a guiar la investigación y garantizar que se realice de manera ética hacia el bienestar de los animales involucrados. En la experimentación animal, los principios éticos fundamentales incluyen respeto, justicia, responsabilidad y honestidad. El respeto implica ser consciente que se está tratando con seres vivos y que su trato no debe ser negligente ni carecer de cuidado, independientemente de su estatus como animales no humanos (1); la justicia implica que todos los grupos involucrados en la investigación deben ser los beneficiados de los resultados de la misma, tanto personas como los animales; la no-maleficiencia es no causar daños innecesarios a los animales, quienes deben ser tratados con consideración y cuidado. (2); la responsabilidad recae en los investigadores, quienes tienen la responsabilidad de garantizar que los procedimientos cumplan con la normativa correspondiente (que sean éticos y de asegurar el bienestar de los animales); finalmente, la honestidad hace referencia a la divulgación transparente de la investigación y los resultados (3). En tales casos, se abordan cuestiones relacionadas con la reproducibilidad de la investigación con animales, ya que esto interesa tanto a científicos como a organismos de financiamiento. Para asegurar la reproducibilidad y precisión de los resultados, se debe mantener la transparencia y reproducibilidad de la información. Esto permite una evaluación efectiva de la investigación y proporciona información adecuada para investigaciones y estudios clínicos futuros (4).

Beneficios y alternativas

La perspectiva de la sociedad y los investigadores respecto a los animales ha evolucionado. Si bien la experimentación animal ha contribuido a muchos avances médicos y científicos también ha sido objeto de controversia. A saber, el empleo de animales en la investigación biomédica ha conducido a avances significativos en el tratamiento de diversas enfermedades. Por ejemplo, se han producido ratones con un perfil genético específico que desarrollan una enfermedad muy similar a linfomas muy agresivos como el no hodgkin, lo que proporciona la oportunidad de recibir tratamientos con quimioterapia más dirigidos y de obtener información fundamental sobre las causas biológicas de esta enfermedad; también roedores y otros animales han tenido un papel fundamental en el progreso de la ciencia de los trasplantes de órganos, permitiendo así el desarrollo de técnicas de tipificación de tejidos que ayudan a identificar al donante más adecuado para un trasplante de órganos (5). Asimismo, se permite analizar la antigenicidad de proteínas recombinantes al evaluar la respuesta inmune en animales como ratones, lo que permite identificar proteínas potenciales para el desarrollo de pruebas de diagnóstico de enfermedades como la proteína SRLV-rp25 para lentivirus de pequeños rumiantes (6).

Las voces en contra resaltan el sufrimiento animal y abogan por alternativas, lo que ha llevado a un mayor enfoque en la reducción, refinamiento y reemplazo de la experimentación animal, conocido como el principio de las "3R". Las 3R son un principio ético que guía el uso de animales en investigación y experimentación. Fueron propuestas por primera vez por los científicos Russell y Burch en su libro "The Principles of Humane Experimental Technique" en 1959. Las 3R representan tres objetivos interrelacionados para minimizar el sufrimiento animal y mejorar la calidad de la investigación, es decir, buscan equilibrar la necesidad de la investigación científica con la preocupación por el bienestar de los animales, ayudando a garantizar que los métodos de investigación sean más efectivos, éticos y sostenibles (7).

Reducción. Este principio se refiere a usar el número mínimo de animales que permita obtener conclusiones estadísticamente significativas. Esto es, se busca obtener la misma cantidad de información con la menor cantidad posible de animales. Esto se logra a través de un diseño experimental eficiente, técnicas estadísticas adecuadas (cálculo de tamaño de muestra) y la compartición de datos entre investigadores. De esto último, la reducción también se refiere a evitar la repetición innecesaria de experimentos, con el objetivo de obtener el mayor número de datos de cada experimento, para compartirlos y documentarlos adecuadamente y otros puedan usarlos, evitando repetir el mismo experimento (7) (8).

Refinamiento. Se trata de mejorar las condiciones y procedimientos experimentales (uso de anestesia quirúrgica y analgesia posquirúrgica, transferencia no quirúrgica a través de un espéculo o transvaginal con un capilar flexible en el cérvix) para reducir el sufrimiento (reducción o alivio del daño, dolor o malestar al mínimo) y estrés de los animales. También implica el uso de técnicas más avanzadas, optimizadas y menos invasivas siempre que sea posible. Incluye desde la crianza del animal, no solo ya que los tienes en tus manos. Se asegura de brindar las condiciones apropiadas para asegurar el bienestar animal a lo largo de toda su vida (7) (8).

Reemplazo. El objetivo aquí es sustituir el uso de animales en experimentos por métodos alternativos siempre que sea posible, a través de la verificación y revisión que realizan los investigadores para encontrar formas de obtener resultados válidos y relevantes sin recurrir al uso de animales. Pudiendo existir reemplazo absoluto a través de modelos in silico (simulaciones por computadora) y reemplazo relativo, como los modelos in vitro (cultivos celulares derivados de tejidos) (7) (8).

Transparencia y revisión ética

Aunado a las 3R, se tiene en cuenta el conjunto de normativas que permiten la experimentación animal solamente en centros registrados, por personal con la competencia y formación adecuada, y solamente después de haber obtenido la autorización correspondiente.

Todo el proceso de investigación debe llevarse a cabo de manera transparente (informar anualmente del progreso y compartir experiencias, resaltar la participación de animales en cualquier comunicado de prensa, organizar talleres, jornadas de puertas abiertas, etc.) y sujeta a revisión ética. Es decir, antes de llevar a cabo la experimentación, se debe desarrollar todo un protocolo completamente detallado que siga las directrices ARRIVE y PREPARE, así como la normativa nacional e institucional correspondiente (de la organización, institución o laboratorio que trabaje con animales de laboratorio). A modo de ejemplo, en México, la NOM-062-ZOO-1999 menciona las especificaciones técnicas para la producción, cuidado y uso de los animales de laboratorio considerando, además, el método humanitario para realizar el método de eutanasia de los animales al final del proyecto. Dicho protocolo se debe usar también al final del estudio, al escribir y revisar el artículo correspondiente, de tal forma que se pueda comprobar la información a incluir en la publicación. Las directrices garantizan que los estudios proporcionen información detallada suficiente para ampliar el conjunto de conocimientos. Esta claridad permite a los lectores y revisores analizar de manera adecuada la investigación, evaluar su solidez metodológica y replicar los métodos y resultados. Por este motivo, instituciones académicas y científicas establecen comités de revisión ética con el fin de asegurar el cumplimiento de los estándares más elevados (4).

En la actualidad, hay un debate continuo entre la necesidad de la investigación científica y el bienestar de los animales. Los avances en métodos alternativos y la creciente conciencia sobre el trato a los animales han llevado a un enfoque más bioético y responsable en la experimentación animal. A fin de cuentas, la experimentación animal es una herramienta vital en la investigación biomédica, enraizado en principios éticos sólidos, el respeto por la vida y el bienestar de nuestros compañeros de laboratorio.

Bibliografía

  1. Aller-Reyero MA, Rodríguez-Gómez J, Rodríguez-Fabián G. Normas éticas para el cuidado y utilización de los animales de experimentación. Cirugía española. 2000; 67(2): 10-13 

  2. Osorio-Hoyos JG. Principios éticos de la investigación en seres humanos y en animales. Medicina (B.Aires). 2000; 60(2): 255-258.

  3. Hubrecht RC, Carter E. The 3Rs and Humane Experimental Technique: Implementing Change. Animals (Basel). 2019; 9(10): 754. doi:10.3390/ani9100754.

  4. Percie du Sert N, Hurst V, Ahluwalia A, Alam S, Avey MT, Baker M, Browne WJ, Clark A, Cuthill IC, Dirnagl U, Emerson M, Garner P, Holgate ST, Howells DW, Karp NA, Lazic SE, Lidster K, MacCallum CJ, Macleod M, Pearl EJ, Petersen O, Rawle F, Peynolds P, Rooney K, Sena ES, Silberberg SD, Steckler T and Wurbel H. The ARRIVE guidelines 2.0: Updated guidelines for reporting animal research. PLoS Biology. 2020; 18(7): e3000410. doi: 10.1371/journal.pbio.3000410

  5. Committee on the Use of Animals in Research. Science, Medicine, and Animals. Washington, D.C.: The National Academy Press; 2004.

  6. Castañeda-Montes MA, Cuevas-Romero JS, Cerriteño-Sánchez JL, de María Ávila-De la Vega L, García-Cambrón JB, Ramírez-Álvarez H. Small ruminant lentivirus capsid protein (SRLV-p25) antigenic structural prediction and immunogenicity to recombinant SRLV-rp25-coupled to immunostimulatory complexes based on glycyrrhizinic acid. Biosci Biotechnol Biochem. 2023; 87(3): 267-278. doi: 10.1093/bbb/zbac206.

  7. Pérez López M, González Mateos A, Camiña García MM, Hernández Moreno D. La ética en la experimentación animal: el principio de las tres erres. Serie Pecuaria 7. Galicia, L. España: Ibader. Universidade de Santiago de Compostela; 2018.

  8. Richmond J. The Three-Rs. In: The UFAW Handbook on the Care and Management of Laboratory and Other Research Animals. 8th edition. Hubrecht RC, Kirkwood J (eds). Oxford: Wiley-Blackwell; 2010.

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