Reflejos


Fernando Carlos Hernández
Un reflejo es como una visión alternativa de lo que ven nuestros ojos, y eso sin lugar a duda, llega a captar nuestro interés. En la fotografía, se pueden buscar composiciones en las que incluyamos un reflejo, ya sea en el agua, en un espejo o en cualquier otra superficie pulida, esto ayuda a otorgarle un potente atractivo a nuestra imagen. En este artículo vamos a conocer un poco más sobre los maravillosos reflejos ¿te quedas conmigo?
Cuando realizamos una fotografía en la que incluimos un reflejo, estamos generando mayor interés y profundidad en ella. Hablamos de reflejar cuando una superficie brillante forma la imagen de algo o de alguien, y esto se debe al fenómeno de la reflexión de la luz.
Este fenómeno se produce cuando los rayos de luz que inciden en una superficie chocan en ella, y se desvían regresando al medio del que salieron y formando un ángulo igual al de la luz incidente.
Esa reflexión de la luz puede ser de dos tipos:
Reflexión especular. Es cuando la reflexión se produce sobre una superficie lisa y pulida, como un espejo, un metal o un vidrio. En este caso los rayos de luz viajan paralelos entre sí, y al chocar con la superficie quedarán reflejados con el mismo ángulo de incidencia, y por lo tanto compartiendo la misma dirección. Por esta razón la imagen que reflejan se verá nítida y con los bordes definidos. Este tipo de reflejo donde mejor lo veremos es un espejo, que nos devuelve una imagen calcada a la realidad.

Reflexión difusa. Es cuando la reflexión se produce sobre una superficie rugosa, como el hielo o el agua en movimiento. En este caso los rayos de luz también viajan paralelos entre sí, pero al chocar con la superficie, éstos se reflejarán en distintas direcciones. Por esta razón, la imagen reflejada aparecerá distorsionada y con los bordes poco definidos o nítidos. La imagen producida por este tipo de reflejo tendrá cierto toque surrealista, lo cual puede hacerla muy interesante.




















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