Santa furia (oratorio por Fray Bartolomé, estreno póstumo)



Ana María Román Díaz
Biblioteca MV José de la Luz Gómez
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
Universidad Nacional Autónoma de México
México, D. F., C. P. 04510




Para cerrar las celebraciones de los 800 años de la orden de predicadores, se presentó en México, con la participación de la Sinfónica Nacional y la dirección artística de José Luis Castillo, La Santa furia, obra del músico y pedagogo musical mexicano César Tort, fallecido en 2015.
Vale la pena conocer algo sobre el autor
Nació en Puebla, Pue., el 14 de septiembre de 1928. Inició sus estudios musicales con Ramón Serratos y Pedro Michaca, los continuó en el Conservatorio Real de Madrid (1948-1950) y los complementó con Aaron Copland en Boston, EUA. Se especializó en pedagogía musical infantil. Sus métodos, experimentados primero en el Centro 22 de Acción Social de la Secretaría de Educación Pública (SEP), fueron transferidos en 1967 a la Escuela de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y luego adoptados por el Conservatorio (1969). En ambas instituciones trabajó hasta 1975, en que pasó como investigador a la Coordinación de Humanidades de la UNAM. En 1977 la Dirección de Culturas Populares de la SEP comenzó a experimentar el método Tort en escuelas públicas y se ha establecido en 16 estados. El método Micro-pauta, editado inicialmente por la UNAM en 1971, se ha difundido con éxito en otros países. La base son antologías regionales, en su mayoría musicalizadas por el autor, cantadas, interpretadas y tocadas por niños de 3 a 12 años. En 1976 César Tort fundó el Instituto Artene (Centro de pedagogía infantil musical) en Coyoacán, D.F., donde los niños fabrican sus propios instrumentos, entre ellos xilófonos, arpas y huéhuetls.
El maestro ha compuesto El orador (para piano), Estirpes (poema sinfónico), La comedia (para 12 instrumentos) y La espada (cantata a Morelos); y para niños, unas 300 pequeñas obras compiladas en Educación musical en el jardín de niños (1971), Educación musical en el primer año de primaria hasta el 6° año (1986) y El coro y la orquesta escolares (1988), publicados por la UNAM, igual que tres discos y tres cassettes (1986), entre otras. En septiembre de 1988 Tort fue designado director para México, Centroamérica y El Caribe, de la International Society for Music Education (ISME) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, con sede en Londres. En octubre del mismo año organizó la fundación de la Sociedad Mexicana de Educación Musical afiliada a la ISME.
En 2014 se realizó en Bellas Artes un homenaje a César Tort por sus aportaciones a la educación musical de los niños.
Sobre Bartolomé de las Casas
Nació el primero de agosto de 1474, en Sevilla y murió el 17 de julio de 1566 en Madrid, España. Estudió latín y teología en Sevilla. En 1502 acompañó a Nicolás de Ovando quien fue designado gobernador de la isla Española; aquí, participó en sofocar los levantamientos de los indios caribeños, por lo que fue recompensado con una concesión real de tierras e indios.
Tuvo éxito como agricultor, y comenzó a evangelizar a los indios en su papel de catequista laico. En 1506, renunció a sus tierras y fue a Roma, donde tomó los votos en la Orden de Predicadores (Dominicos). A su regreso a la Española, en 1512, fue ordenado sacerdote, probablemente el primero en América en recibir las Órdenes Sagradas. Fue nombrado capellán de las fuerzas que se dedicaban a la colonización de Cuba.
Tal vez fueron sus experiencias y observaciones en la colonización cubana (incluida la masacre de Caonao) y otras expediciones militares en la Española, o las duras realidades del tratamiento de los indios caribeños en los proyectos mineros y agrícolas en todas las Antillas españolas, donde el número de indígenas se estaba agotando rápidamente, o tal vez fue su posición como sacerdote y terrateniente lo que llevó a Las Casas a comenzar, a predicar contra la opresión de los indios, pidiendo el fin del sistema de expropiación de sus tierras y esclavitud. Renunció a sus tierras y regresó a España para cabildear en nombre de los indios en 1515. El cardenal arzobispo de Toledo, Francisco Jiménez de Cisneros lo apoyó en esta cruzada, nombrándolo procurador de las Indias y encomendándole una comisión para investigar el estado de los indios (1516). Desarrolló un plan para pacificar la colonización y regresó a España en 1517.
Es verdad que pidió esclavos negros para que realizaran el trabajo de los indígenas, pero no creía que eran injustamente esclavos. Efectivamente Las Casas, como sus contemporáneos, no se planteó la esclavitud en sí misma como algo injusto en cada caso. Más tarde se retractó de esa sugerencia, con una expresión de vergüenza, lamentó haber llegado tan tarde a la constatación de que los africanos tenían el mismo derecho que los indígenas americanos.
El plan desarrollado fue un fracaso, y Las Casas se retiró de la vida pública al monasterio dominicano en Santo Domingo. Fue durante este tiempo que escribió el primer borrador de Historia de las Indias, escrito entre 1527 y 1561.
Después de que el Papa Pablo III proclamó la racionalidad e igualdad de los indios con otros hombres para recibir instrucciones y la fe (2 de junio de 1537), Las Casas renovó su actividad para colonizar y cristianizar a los indios pacíficamente. Su éxito más notable fue en Guatemala.
En 1539, regresa a España y continua con sus escritos.
En 1544 es nombrado Obispo de Chiapas y deja España en julio con 44 dominicos para establecer una misión ahí para pacificar a los indios, pero no es bien recibido y regresa a España en 1547 renunciando al obispado.
Las Casas vivió en el período de transición de la Edad Media a la Edad Moderna. Era tradicional en su adhesión a la doctrina. Sus escritos se basaron en el Evangelio y las enseñanzas de la Iglesia. Sin embargo, tenía una comprensión del mundo cambiante y una gran sensibilidad hacia él. Fue un intelectual cristiano que se convirtió en profeta en el clima político y económico de su tiempo. La sociedad de su época, sin embargo, no estaba lista ni dispuesta a escuchar su mensaje.
Anticipó muchos de los principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas (1945) y proclamados por el Concilio Vaticano II (1963). Su predicación, su planificación, sus empresas coloniales y sus escritos se ocuparon de reformar las prácticas coloniales de su tiempo, predicando el Evangelio mediante la persuasión pacífica, con aborrecimiento de la violencia y la opresión, y con la libertad individual y la autodeterminación como derecho de todos los pueblos.
Sobre la Santa Furia
La obra consta de cinco movimientos, para orquesta, coro de 115 cantantes y narrador. Está inspirada en la vida del misionero dominico fray Bartolomé de las Casas y fue terminada por el compositor poco antes de fallecer.
El primer movimiento lleva por título Canto a la raza profunda y participa el coro y un narrador, según Germán Tort, hijo del compositor, ha sido conceptualizado como un homenaje al mundo indígena y al Nuevo Mundo.
El segundo movimiento se titula Las cosas indianas, aparece Bartolomé de las Casas, el narrador, una mujer indígena y un militar español, el cual sucede poco después de la Conquista, cuando llegan los sacerdotes a rehacer lo que habían conquistado los españoles y se dan cuenta de los horrores.
Aparece la mujer indígena, que acaba de matar a su bebé ante la mirada horrorizada del militar español. Entonces sale Las Casas para defender a la mujer y explicarle al combatiente que la decisión de la mujer está justificada, porque ella no quiere tener un hijo en un mundo lleno de violencia y muerte, además de que ella fue violada.
Verdaderamente afirmo que si en particular hobiera de referir las maldades, matanzas, despoblaciones, injusticias, violencias, estragos y grandes pecados que los españoles en estos reinos de Santa Marta han hecho y cometido contra Dios y contra el Rey y aquellas inocentes naciones, yo haría una muy larga historia, pero esto quedarse ha para su tiempo, si Dios diere la vida”.
El tercer movimiento es Vocación, el momento en que Bartolomé de las Casas reflexiona qué hacer con su vida y por qué dedicarla a la defensa de los indígenas.
El cuarto movimiento es El mundo. Aparecen los detractores del fraile. Existen cartas entre el obispo de Burgos y Las Casas, donde le asegura que está equivocado por defender a los indígenas, mientras el misionero defiende al mundo indígena y expresa que no se puede hacer la guerra y poner el nombre de la fe en medio.
Y el último movimiento es Génesis, el Nuevo Mundo, homenaje al nuevo mundo y al mestizaje; el protagonista es un paje indígena que asistió y acompañó a Las Casas durante su juventud, que ya vive en España, conversa con un fraile de edad avanzada, quien está guarecido en un convento español mientras se cuestiona si hizo lo necesario para ayudar a los indígenas del nuevo mundo.
Tomado de:
Barbato, B. A. 2013. Bartolomé de Las Casas. Salem Press Biographical Encyclopedia.
Hanke, Lewis 1959. Bartolomé de Las Casas: An Interpretation of His Life and Writings. Philadelphia: University of Pennsylvania Press.
Helps, Arthur 1976. The Life of Las Casas: The Apostle of the Indies. New York: Gordon Press.
Las Casas, Bartolomé de 1971. History of the Indies. Edited and translated by Andrée M. Collard. New York: Harper & Row, 1971.

Las Casas, Bartolomé de 1989. Brevísima relación de la destrucción de África, ed. y notas de Isacio Pérez Fernández, Ed. San Esteban («Los Dominicos y América», 3), Salamanca, 298 pp.

Palacio de Bellas Artes. Programa de mano. 23 de febrero de 2018.
Pérez Fernández, I O. P. 1991, Bartolomé de las Casas ¿Contra los negros? Tenerife: Mundo negro.
Pérez Fernández, I O. P. 1991. Fray Toribio Motolinía OFM., frente a Fray Bartolomé de las Casas, O. P. Estudio y edición crítica de la Carta de Motolinía al emperador (Tlaxcala, a 2 de enero de 1555), Editorial San Sebastián.

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