Felipe Román
López
Título: Una mirada a
través de la historia de la medicina veterinaria a través de la vida y obra de
José de la Luz Gómez.
Autores: Blanca Irais Uribe Mendoza, Juan Manuel
Cervantes Sánchez y Ana María Román Díaz
Edición: México: UNAM, 2011, 169 p.
Prólogo: En el año conmemorativo de los
250 años del establecimiento de la educación veterinaria en el mundo, tres
académicos de la UNAM, unen sus esfuerzos para presentar un recorrido por la
historia de la medicina veterinaria en México, tomando como antecedente la
creación de la Escuela Veterinaria de Lyon, Francia, por Claude Bourgelat y las
vicisitudes que enfrentó la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria,
desde su creación en 1853 a 1914, analizando los diferentes planes de estudios
de la época.
El tema vertebral del libro es la vida
del Dr. José de la Luz Gómez, escudriñando desde su formación, su trayectoria,
sus aportaciones, y sus trabajos que forjaron los conocimientos de la
estructura médica veterinaria, ya que fue uno de los primeros cuatro egresados
de la escuela mexicana, a la que engrandeció con sus investigaciones, hasta su
fallecimiento el 4 de noviembre de 1912.
La Biblioteca de la Facultad de
Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM lleva su nombre, como justo
homenaje a su dedicación profesional.
Introducción: Rescate de la figura y las numerosas
aportaciones científicas de José de la Luz Gómez (1849-1912).
Capítulo I
La emergencia de una profesión
científica: Analiza la evolución a través de la historia, desde la albeitería y
mariscalería, hasta el médico veterinario, desde el siglo I d.n.e. hasta el
siglo XVIII.
La Escuela de Lyon fue fundada el 4 de
agosto de 1761, siendo apoyada por Madame Pompadour y el Rey Luis XV. El primer
director fue Claude Bourgelat (1712-1779).
La primera escuela veterinaria en
España se fundó en 1793, en Madrid.
En México y en todo el continente
americano, la primera escuela se fundó hasta 1853.
Al inicio de la Edad Media en Europa,
se detecta la existencia de dos oficios similares entre sí, la albeitería y la
mariscalería, oficios que se ejercen en América hasta el siglo XIX.
El primer libro escrito al respecto en
la Nueva España fue entre los años 1575 y 1580 por Juan Suárez de Peralta,
albéitar de “esta tierra”, que describe los diversos procedimientos conocidos
en la época, para atender ciertas enfermedades equinas, mezclando los
conocimientos españoles con la medicina tradicional mexica.
Capítulo II
Una nueva profesión se gesta en México.
La Veterinaria: El primer decreto que se expidió para la creación de una
cátedra de agricultura, data de 1833, bajo el gobierno de Valentín Gómez
Farías.
El 1 de abril de 1844, Santa Anna,
expide el decreto que establece la Escuela de Agricultura. En 1853 con la
llegada a México del médico veterinario francés, Eugenio Bergeyre, quien
sugiere a Santa Anna la fundación de una escuela veterinaria. El 17 de agosto
de 1853, el Presidente expide un decreto en que ordena la creación de una
escuela veterinaria, agregada al Colegio de San Gregorio, donde se imparte la
carrera de Agricultura, estableciendo un plan de estudios de cuatro años.
En 1856 se agrega a la Escuela Nacional
de Agricultura y Veterinaria (ENAV), la enseñanza de la mariscalería, que se
cursaba en tres años. Es hasta 1862 en que se gradúan los cuatro primeros
veterinarios de la ENAV, bajo la dirección de Leopoldo Río de la Loza.
Los cuatro primeros profesores
veterinarios egresados fueron: José de la Luz Gómez, José E. Mota, Manuel
Aragón y Mariano Aragón y, en 1863, José María Lugo.
Capítulo III
José de la Luz Gómez: Nació en Jiménez,
Chihuahua. A los 10 años emigró a la Ciudad de México por la pérdida de sus
padres durante la epidemia de cólera que azotó el Estado.
Le concedieron una beca para ingresar a
la Escuela de Artes y Oficios. En 1858 pasó a la ENAV y en 1862 le concedieron
el título de Profesor Veterinario.
Un año después de su titulación es
convocado para impartir en la ENAV la materia de Anatomía. En 1864 imparte
también Fisiología y, 2 años después la cátedra de Clínica Veterinaria, la que
conservó hasta su muerte.
En 1867 ingresa a la Academia de
Medicina de México, donde publicó constantemente en su Gaceta Médica, el
resultado de sus múltiples investigaciones sobre padecimientos transmitidos por
los animales a los humanos y, acorde con las investigaciones Pasteurianas, los
nuevos tratamientos de inmunidad y técnicas vacunales para enfermedades
animales. Cabe destacar sus artículos publicados sobre: gusano de seda, cerdos,
caballos, ovinos, perros, entre otros, y sobre parasitosis como cisticercosis,
fasciolosis, triquinosis y oestiosis.
El manejo de los animales en los
rastros, la adulteración de la leche y la carne y sus derivados.
El 4 de noviembre de 1912, José de la
Luz Gómez fallece a consecuencia de una hemorragia cerebral, a los 72 años de
edad.
Fue sepultado en el Panteón de El
Pocito, en la Villa de Guadalupe Hidalgo.
Las sociedades científicas a las que
perteneció: la Academia nacional de Medicina (creada en 1864), La Sociedad
Mexicana de Historia Natural (1868) y la Sociedad de Medicina Veterinaria
(1896).
Capítulo IV
Las aportaciones de un médico
veterinario.
En microbiología: Su papel fue
fundamental y se le considera como pionero y fundador de los estudios
microbiológicos desarrollados en México, basados en los estudios de Louis
Pasteur y Roberto Koch.
En 1868 publica en la Gaceta Médica,
las diferencias entre miasmas y microbios y, habla de la teoría de los gérmenes
y de su relación con las enfermedades infecciosas y la manera de prevenirlas.
En la Escuela de Medicina se imparte la
cátedra de Microbiología, hasta 1908, por el Dr. Francisco Paz, en cambio en la
ENAV desde 1883 se incluyó la Microbiología en el estudio de la carrera de
medicina veterinaria, a petición de José de la Luz Gómez, quién impartió la
cátedra.
La producción de linfa vacunal
humanizada: El médico inglés Edward Jenner (1749-1823) logró producir un método
eficaz para prevenir la viruela, por la observación de que las personas que
ordeñaban a las vacas, presentaban un tipo de viruela benigna, llamada vacuna,
lo que las volvía inmunes a la viruela humana (mayo de 1796).
José de la Luz Gómez publicó en 1890 un
informe sobre la técnica de obtener linfa antivariolosa, mediante la
inoculación de la viruela de un niño, a un caballo y, de este a una ternera,
donde se obtiene gran producción de linfa, que al ser inoculada a humanos,
prevenía la viruela humana.
En 1891 el Código Sanitario declara
obligatoria la vacunación con linfa antivariolosa, en los primeros cuatro mese
de vida del niño.
La Ranilla: Enfermedad del ganado
vacuno, ocasionado por un parásito que es transmitido por garrapatas y moscas.
José de la Luz es reconocido por sus investigaciones en la ENAV sobre la
Ranilla en el ganado bovino, el mal rojo porcino y la fiebre carbonosa y fue el
creador de la primera vacuna antirrábica en el país.
Tratado de sericicultura: Una obra
sobre el gusano de seda. En 1855 publicó su único libro, titulado: Tratado de
sericicultura para la República Mexicana.
Trata sobre especies y variedades de la
morera, características de la hoja, nutrición del gusano de seda, cultivo de la
morera y la explotación de la industria serícola.
La primera vacuna antirrábica en
México: En 1881 Pasteur presentó un trabajo en la Academia de Medicina de
Parías: “Experiencias hechas en la saliva de un niño muerto de rabia” y, el 27
de octubre de 1885 anunció la aplicación de la primera vacuna antirrábica.
El 23 de abril de 1888 se presentó al
Consejo Superior de Salubridad, el niño Isidro Delgadillo, de 12 años de edad,
quien había sido mordido por un perro rabioso en Texcoco.
El Dr. Liceaga encomienda a José de la
Luz la preparación de la vacuna antirrábica y al Dr. Agustín Reyes, la
aplicación y vigilancia de su curso, lo que se logra exitosamente.
El Ministerio de Gobernación montó un
local conveniente en la ENAV, con un criadero de conejos, para elaborar la
vacuna, y dispuso para su aplicación gratuita, un local, en la calle
Xicoténcatl 3, lo que dio origen al Instituto Antirrábico.
Inoculaciones preventivas contra la
Fiebre carbonosa: El ántrax, llamado también carbón o carbónico, afecta a los
ganados ovino, bovino y caballar, de los cuales ocasionalmente se transmite al
hombre.
En 1889, J. de la Luz, realiza la
vacunación a partir de virus atenuados procedentes del laboratorio Pasteur.
Publicó sus investigaciones en las que
demuestra conocer bien los trabajos de Claudio Bernard, Pasteur y Koch.
La vacuna contra el mal rojo porcino:
En 1890, J. de la Luz, escribe en la Gaceta Médica un informe en el que declara
la creación de la “linfa vacunal” contra la enfermedad llamada Mal rojo porcino
y describe la sintomatología del mal.
Carbón sintomático: Epizootia que
afectó el Sureste mexicano a finales del siglo XIX. En 1896 en el Estado de
Campeche.
El 22 de junio de 1888, el Dr. Tapia,
en colaboración con el Dr. José de la Luz Gómez identificaron el Bacterium
chiuvei y, finalmente pudieron elaborar una vacuna capaz de inmunizar a los
animales contra este padecimiento, con éxito completo en nuestro país.
Panorama de la ganadería a la luz de
una profesión: El empleo de vacunas para proteger a los animales de las
enfermedades infecciosas que lis diezmaban, trajo como consecuencia una mejoría
económica y social.
Inicialmente las vacunas se aplicaron
en el Norte del país, donde se encontraban los grandes latifundios y haciendas
y, por ende, los mayores criaderos de ganados bovino, caballar y ovino. Al
resto de la República llegaron las vacunas hasta el siglo XX.
La realización en tiempos del
porfiriato de las ferias ganaderas, trajo por consecuencia, la difusión de
enfermedades desconocidas o epizootias, pues fueron traídas por el ganado
importado que asistía a las ferias, como la fiebre aftosa, la fiebre carbonosa,
la erisipela, la tuberculosis y otras.
La aportación de un veterinario a la
salud pública: La producción de vacunas animales fue un valioso aporte de José
de la Luz pero, más importante aún fue su labor en el ramo de la salud pública,
con el diseño de la legislación de los códigos sanitarios, en materia de
higiene de la alimentación.
El 15 de julio de 1880 salió publicado
el boletín del Consejo Superior de Salubridad (CSS), en figura como vocal
veterinario y como integrante de varias de las 11 comisiones permanentes:
1. Epidemiología (J. de la Luz y otros)
2. Teatros , hospitales, cárceles y demás
3. Panteones
4. Establecimientos de productos químicos
(J. de la Luz) y boticas (J. de la Luz)
5. Fábricas y otras industrias (J. de la
Luz)
6. Establos, ordeñas y demás (J. de la Luz
es el único responsable)
7. Inspección de sustancias alimenticias
(J. de la Luz es integrante)
8. Vigilancia de la vacuna e inspección
sanitaria
9. Estadística médica
10. Toxicología
11. Meteorología médica y topográfica
Conclusiones
La labor de José de la Luz Gómez
consolida plenamente la medicina veterinaria como profesión. Logra la
incorporación del gremio a la Academia de Medicina y, con ello, el inicio de
una red de interdisciplinariedad entre la medicina humana y la animal a partir
de la prevención y control de enfermedades epidémicas, epizootias y zoonosis,
donde José de la Luz fue de los primeros en dar a conocer las teorías y
prácticas microbianas formuladas por Pasteur y koch.
Fue el primero en crear vacunas
animales en el país y formó parte del equipo que reprodujo y aplicó la vacuna
antirrábica en México.
Como profesor de la ENAV enriqueció con
sus investigaciones la carrera profesional veterinaria, al impartir: Anatomía,
Fisiología, Patología, Clínica veterinaria y Microbiología en las que fungió
como innovador.
La biografía de José de la Luz Gómez
resulta muy interesante por todos los aportes científicos que realizó y a las
sociedades médicas y científicas de las que formó parte y, en las cuales
publicó muchos artículos de sus investigaciones.
Ojalá que su esfuerzo reciba el reconocimiento y la
difusión que se merece.
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